Madrid, 17 feb.- Los sindicatos nacionalistas del País Vasco, Navarra y Galicia han convocado huelga general para el próximo 29 de marzo en contra de la reforma laboral del Gobierno, mientras que las centrales mayoritarias del país -CCOO y UGT- valorarán esa opción tras las manifestaciones del domingo.
Frente a lo que consideran una postura tibia por parte de los sindicatos mayoritarios, los nacionalistas creen que la huelga general es una obligación para defender a los trabajadores y desempleados de una reforma en la que ven una clara agresión, y de la que dudan que pueda servir para crear empleo.
Los sindicatos vascos y navarros (ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU) ya han registrado hoy la convocatoria de huelga general ante las autoridades laborales autonómicas, en tanto que la Confederación Intersindical Galega (CIG) de momento sólo la ha anunciado.
La vicesecretaria general del ELA, el mayor sindicato vasco, Amaia Muñoa, ha señalado que convocar la huelga es una "exigencia" para defender los derechos de todos los ciudadanos que "se ven atacados por una reforma laboral que supone una sangría de derechos como nunca se había conocido".
Para la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, la reforma laboral "no persigue otra cosa que bajar salarios y llevar hasta el extremo la precariedad en el mundo laboral", y hace "retroceder un siglo el modelo de relaciones laborales".
Los coordinadores de ELA y LAB en Navarra, Mitxel Lakuntza e Igor Arroyo, han calificado la reforma de "agresión" y "suicidio colectivo", y han lamentado que CCOO y UGT tengan una postura diferente sobre la convocatoria de una huelga general contra la reforma laboral.
Al respecto, el secretario general de la Confederación Intersindical Galega (CIG), Suso Seixo, ha dejado abierta la posibilidad de modificar la fecha de la huelga general para sumarse a una posible convocatoria de CCOO y UGT, en el caso de que los sindicatos mayoritarios en España opten por convocar una huelga general "no más allá del mes de marzo".
Ha opinado que la reforma laboral es "el mayor ataque a la clase trabajadora desde la transición" porque elimina el amparo que la actual legislación ofrecía a "la parte más débil".
Ha añadido que ante esta situación no se puede "seguir en la ambigüedad" sobre si hay que convocar o no una huelga general, algo de lo que acusó a CCOO y UGT, organizaciones a las que criticó por su actitud en el pasado ante la reforma de las pensiones, que finalmente acordaron con la patronal.
No obstante, ha expresado su esperanza de equivocarse y que, finalmente, CCOO y UGT convoquen también una huelga general.
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