Jerusalén, 16 sep.- Un grupo de personalidades europeas, entre ellas Javier Solana y Miguel Ángel Moratinos, pidió hoy a los ministros de Exteriores de la UE que no retrasen la aplicación de una directiva relativa a la financiación de entidades israelíes en los territorios ocupados por Israel en 1967.
Doce antiguos responsables europeos, entre los que figura el ex alto representante para Política Exterior y Seguridad, Solana; el ex enviado especial para Oriente Medio, Miguel Ángel Moratinos, o quien fuera comisaria para Relaciones Exteriores, Benita Ferreo-Waldner, expresan en una carta su preocupación por los llamamientos a que se retrase, modifique o suspenda dicha directiva.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, pide a los responsables comunitarios que "apoyen las directrices y su plena implementación por las instituciones de la UE", que "reflejan la posición de Bruselas sobre que los asentamientos son ilegales y que la Unión no reconocerá los cambios en las fronteras previas a 1967 a no ser que sean acordados por las partes" en conflicto.
En virtud de la directiva, aprobada el pasado julio por la Comisión Europea, los Veintiocho no podrán conceder subvenciones, premios y programas de financiación a entidades israelíes establecidas en los territorios ocupados.
Las nueva normativa podría poner en peligro, sobre todo, la continuidad de la participación israelí en el programa Horizonte 2020 de investigación e innovación.
Israel es el único país extra-comunitario invitado a integrarse como miembro de pleno derecho en dicho programa.
"Su estricta aplicación sirve para reiterar que la UE no reconoce y no apoyará los asentamientos y otras acciones ilegales sobre el terreno, que cada vez más dictan una realidad unilateral y hostil a un acuerdo para dos estados", subrayan los firmantes.
Israel ha expresado su firme objeción a esa directriz, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, defendido que no aceptará ningún dictado externo sobre las fronteras de su país.
Los integrantes del grupo de personalidades europeas argumenta que los palestinos regresaron a la mesa de negociaciones con Israel sin un compromiso claro por parte de Estados Unidos de que las conversaciones tendrán como marco de referencia las fronteras previas a la guerra de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este y el Golán (a Siria), territorios recogidos en la directiva europea.
La carta menciona que el anuncio de la directiva supuso un importante incentivo para que los palestinos accedieran a reanudar el proceso aún si tener esas garantías.
El grupo defiende que si se retrasa o no se implementa plenamente la norma, "podría socavar la confianza de los palestinos en el proceso de negociación y su disposición a seguir las conversaciones".
Concluye que la no aplicación de la directiva "podría dañar la credibilidad de la UE y erosionar sus fundamentos como comunidad basada en la aplicación de la ley".
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