Sólo líder supremo iraní puede autorizar un diálogo político global con EEUU

Teherán, 3 dic.- Sólo el líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, puede autorizar un diálogo político global con Estados Unidos, enemigo declarado de la República Islámica, dijo hoy el ministro iraní de Exteriores, Ali Akbar Salehi.

En respuesta a la propuesta de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, de entablar conversaciones bilaterales directas, Salehi recalcó, en declaraciones a la agencia oficial iraní, IRNA, que, si por eso se entiende "un diálogo político global (...) sólo el líder supremo tiene autoridad para decidir".

Salehi recordó que Teherán ha mantenido con Washington negociaciones sobre asuntos concretos, como fueron los casos de Irak y Afganistán y también sobre la cuestión nuclear iraní con el Grupo 5+1, del que Estados Unidos forma parte, pero no unas conversaciones globales.

El responsable de la diplomacia iraní agregó que no tenía muy claro a que se refería Clinton al hablar de conversaciones directas, "pero si está pensando en tratar ciertas cuestiones, como el programa nuclear iraní, eso ya está en marcha (con el G5+1) y no es especialmente significativo".

El 30 de noviembre, Clinton aseguró que el Gobierno estadounidense del presidente Barack Obama está "preparado" para entrar en una negociación bilateral sobre el programa nuclear de Irán.

"Todavía no nos hemos puesto de acuerdo, pero seguimos abiertos a un debate bilateral", dijo la titular de Exteriores estadounidense, después de que Obama se comprometiera a mediados del mes pasado a "dar un empujón" a la negociación con Irán sobre la cuestión nuclear "en las próximas semanas", sin dar más detalles.

Ayer, el hoyatoleslam Ali Saidi, representante ante el Cuerpo de Guardianes de la Revolución del líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, rechazó la propuesta de Clinton y dijo que "pretende socavar la determinación nacional de los iraníes y no daría ningún fruto para Irán".

Saidi recordó las sanciones impuestas Irán por EEUU y dijo que ese era un primer paso, al que sigue la propuesta de negociaciones directas, para conseguir "su objetivo de desestabilizar la voluntad de la nación iraní y ampliar su hegemonía en el mundo tras colocar a Irán de rodillas", además de "destruir el sistema islámico".

Como líder supremo del régimen teocrático musulmán chií de la República Islámica de Irán, Jamenei tiene un poder omnímodo tanto en las cuestiones religiosas, como políticas y sociales del país, donde varios poderosos consejos religiosas supervisan también las decisiones de los órganos civiles.