Sucesor de Bergoglio en Buenos Aires asume con gestos de diálogo del Gobierno

  • Monseñor Mario Poli asumió hoy su tarea pastoral como sucesor de Jorge Mario Bergoglio al frente del Arzobispado de Buenos Aires entre gestos de disponibilidad al diálogo por parte del Gobierno, que había mantenido una relación distante con el nuevo Papa cuando era cardenal primado de Argentina.

Buenos Aires, 20 abr.- Monseñor Mario Poli asumió hoy su tarea pastoral como sucesor de Jorge Mario Bergoglio al frente del Arzobispado de Buenos Aires entre gestos de disponibilidad al diálogo por parte del Gobierno, que había mantenido una relación distante con el nuevo Papa cuando era cardenal primado de Argentina.

Poli dio inicio a su labor pastoral con la celebración de una misa en la Plaza de Mayo, a las puertas de la Catedral de Buenos Aires a la que asistieron altos cargos del Gobierno, como el vicepresidente, Amado Boudou; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; los ministros de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Educación, Alberto Sileoni; de Justicia, Julio Alak; y de Producción, Debora Giorgi.

La propia mandataria argentina, Cristina Fernández, estaba invitada a la celebración religiosa, pero se excusó de ir por su viaje a Caracas para asistir a la asunción presidencial de Nicolás Maduro.

En la misa, concelebrada por varios miembros de la Comisión Episcopal Argentina, también estuvo presente el alcalde de Buenos Aires, el conservador Maurio Macri, uno de los principales líderes de la oposición al Gobierno de Fernández.

En su homilía, Poli, de 65 años, habló de la necesidad de "profundizar el compromiso de discípulos y misioneros" y de encarar la "renovadora tarea de evangelizar".

"Se nos ha contagiado la alegría de tener un argentino, tan cercano y tan querido, en la Cátedra del Apóstol Pedro y vimos cómo muchos compatriotas han renovado el gozo de pertenecer a la Iglesia", dijo el nuevo arzobispo de Buenos Aires al hacer mención al papa Francisco.

Poli reveló que le "agarró un susto tremendo" cuando Bergoglio le designó como su sucesor al frente de la archidiócesis de la capital argentina y que a ese temor "le siguió un sentimiento de indignidad y pequeñez".

Sobre el nuevo arzobispo porteño, que el pasado jueves fue recibido por Cristina Fernández en la sede del Ejecutivo, el secretario de Culto argentino, Guillermo Olivieri, dijo hoy que "tiene las mismas características de Bergoglio, es de bajo perfil y trabajo constante y es un hombre de diálogo lo que va ayudar muchísimo en la relación" entre el Gobierno y la Iglesia.

"Somos sumamente optimistas con respecto a la nueva etapa que ha iniciado la Iglesia", sostuvo por su parte el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

El mes pasado, en declaraciones a la prensa local, Poli dijo que su relación con el Gobierno de Cristina Fernández será "de respeto y colaboración", aunque con la "debida distancia".

Poli nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1947, estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde se licenció en Servicio Social, y es también doctor en Teología por la Universidad Pontificia Católica de Buenos Aires.

En 2002 fue nombrado obispo titular de Abidda y auxiliar de Buenos Aires.

El 24 de junio de 2008 fue nombrado obispo de Santa Rosa (centro de Argentina).

Dentro de la Conferencia Episcopal Argentina es presidente de la comisión episcopal para la catequesis y la pastoral bíblica.

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