Yuba, 18 abr.- Sudán del Sur anunció hoy la formación de un comité gubernamental para investigar el ataque perpetrado contra un campamento de la misión de la ONU en ese país (UNMISS), que causó el jueves decenas de muertos y heridos.
El portavoz del Ejecutivo sursudanés, Michael Makuei, señaló en una rueda de prensa en Yuba que ese comité fue establecido en coordinación con la delegación de la ONU en Sudán del Sur.
Makuei aseguró que se castigará a todo aquel que participó en el ataque, perpetrado contra la base situada en la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglei.
El asalto se produjo después de que los refugiados en el campamento de la ONU, de la tribu Lou Nuer, celebraran las recientes victorias de los rebeldes en el estado de Unidad, explicó el portavoz.
Tras esta celebración, un grupo de la tribu rival Dinka efectuó en protesta una marcha hacia la base del organismo internacional, lo que llevó a los miembros de la UNMISS a disparar el aire.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kir, pertenece a la tribu de los Dinka, mientras que Riak Machar, su principal rival y antiguo vicepresidente, es miembro de los Lou Nuer.
Makuei acusó a los funcionarios de la misión de la ONU de "fracasar en proteger a los refugiados -unos 5.000- y en preservar la neutralidad de delegación".
La UNMISS reiteró ayer su imparcialidad en el conflicto y mostró su preocupación por los nuevos combates, que representan "graves violaciones del acuerdo de cese de hostilidades" al que llegaron las partes el pasado 23 de enero en Adis Abeba.
El ministro sursudanés de Exteriores, Barnaba Marial Benjamin, dijo por su parte que su gobierno da la bienvenida a la Unión Africana y a otros mediadores del continente a participar en las investigaciones.
Las autoridades sursudanesas no anunciaron durante la comparecencia una cifra definitiva de víctimas mortales, que algunos medios elevan a medio centenar.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Samantha Power, informó anoche de que al menos 20 personas murieron y 70 resultaron heridas en el ataque.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró "inaceptable" lo sucedido y recordó que las acciones de este tipo son "crímenes de guerra".
El conflicto entre las tropas gubernamentales y los rebeldes, en el que han muerto miles de personas, ha colocado al borde de la guerra civil a Sudán del Sur, después de que en diciembre pasado las autoridades acusaran a Machar de intentar dar un golpe de Estado.
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