Sudán pide a la ONU que adopte una posición fuerte contra grupos rebeldes

  • El Gobierno sudanés pidió hoy a la responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, que su institución adopte "posiciones fuertes y decididas" contra los grupos rebeldes que operan en el país, y que no centre sus críticas únicamente sobre Jartum.

Jartum, 21 may.- El Gobierno sudanés pidió hoy a la responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, que su institución adopte "posiciones fuertes y decididas" contra los grupos rebeldes que operan en el país, y que no centre sus críticas únicamente sobre Jartum.

El ministro sudanés de Asuntos Exteriores, Ali Karti, analizó junto a Amos las formas de reforzar la ayuda humanitaria a los desplazados y las víctimas de los conflictos en las regiones de Kordofán del Sur, Nilo Azul y Darfur.

En declaraciones a la prensa tras la reunión, el jefe de la diplomacia sudanesa instó a la ONU y sus órganos a ser más contundentes con los "grupos rebeldes que sabotean la paz en las regiones de Darfur y Kordofán", y a "no descargar sus críticas sobre una sola parte".

Por otro lado, destacó que su Gobierno está comprometido con la iniciativa que firmó hace meses con la ONU y la Liga Árabe para enviar ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto armado en los estados del Nilo Azul y Kordofán del Sur.

Según Karti, el grupo rebelde Movimiento Popular de Liberación de Sudán-Sector Norte (MPLS-SN) rechazó el cumplimiento de la iniciativa, ante lo que la comunidad internacional debería haber ejercido mayores presiones para conseguir hacer llegar la ayuda.

En su visita a Sudán, Amos será recibida el jueves por el presidente sudanés, Omar al Bashir, con quien estudiará el aumento de las capacidades de las organizaciones humanitarias que operan en Sudán para satisfacer las necesidades urgentes de cientos de miles de sudaneses que han abandonado sus hogares por los conflictos.

Las problemas de Sudán con las organizaciones humanitarias extranjeras han sido frecuentes en el pasado, y Jartum ha intentado que la distribución de la ayuda se canalice únicamente a través de organismos locales por temor a que este ayuda caiga en manos de los rebeldes.

La ONU estima que el número de desplazados en los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul supera los 600.000 desde el comienzo de los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales en junio de 2011.

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