El caso de la reportera Lara Logan vuelve a salir a la luz. La periodista que fue agredida mientras informaba sobre las protestas en Egipto fue victima de un taharrush. Este término de procedencia árabe se podría traducir como 'acoso colectivo'. Según las autoridades policiales esto podría ser lo ocurrido en Colonia en la víspera de Año Nuevo según Daily Mail.
La Policía teme que el fenómeno de violación en grupo conocido en el mundo árabe como 'taharrush gameâ' sea lo que ha ocurrido en Alemania la pasada noche de San Silvestre. Desde la víspera de Año Nuevo se han registrado más de 500 denuncias por agresiones a mujeres en varias ciudades alemanas. En su gran mayoría, el 40 por ciento, agresiones sexuales.Qué es el taharrush
Se trata de una práctica de origen árabe mediante la cual varios hombres rodean a la mujer solitaria para abusar de ella, en algunos casos incluso llegando a la violación. A veces los asaltantes aprovechan que la víctima está aterrorizada, en estado de shock y no puede responder para robarle.
En la mayoría de los casos el ataque queda sin represalias debido a la gran cantidad de autores que participan en el acto y el caos que significa para las autoridades el identificarlos. De hecho, no siempre participan todos de forma activa, sino que algunos de ellos son utilizados para desviar la atención de posibles testigos.
No obstante el término no está exento de polémica. Hay quien insiste en que se refiere al simple coqueteo, aunque la definición cambió después de los ataques en Egipto en 2011.El caso de Lara Logan, un antes y un después
La práctica conocida como taharrush sólo se lleva a cabo en público y casi siempre en las manifestaciones o grandes reuniones públicas. Esto es así porque los atacantes se sienten seguros dentro del desorden, es decir, ven más factible la vía de escape.
Esto fue lo que sufrió la periodista norteamericana durante las protestas en la plaza de Tahrir, El Cairo, en el pasado 2011. Esta noticia dio la vuelta al mundo. La reportera se encontraba informando sobre las revueltas cuando un gran grupo de hombres la rodeo, la agredió y la violó.
La periodista narra los espántosos40 minutos que vivió en la plaza de Tahrir, incluyendo la forma en que ella se separó de los miembros de su equipo después de que alguien en el frenética multitud de 200 hombres gritaron 'vamos a tomar sus pantalones'.
No se trata de un acto aislado, durante los años posteriores otras periodistas occidentales: una francesa, una británica, una holandesa... sufrieron el conocido como taharrush. Pero no se trata de un acto dirigido a las mujeres occidentales sino que las egipcias son las primeras víctimas. La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) afirmó que la violencia sexual contra las mujeres en las calles de Egipto, sobre todo en El Cairo, es un comportamiento pavorosamente regular y sistemático. Y contabilizó 250 casos como el de Lara Logan sólo entre noviembre del 2012 y julio del 2013, momento álgido de las protestas contra el entonces presidente, Mohamed Morsy.
Colonia la nueva plaza de Tahrir
Ahora las autoridades europeas temen que lo sucedido en Colonia, y otras ciudades alemanas, en Nochevieja sea la primera muestra en Europa de esta terrorífica práctica. Las dudas cogen aún más fuerza después de las primeras declaraciones de algunas víctimas que aseguran que los hombres que las agredieron eran de origen árabe. Además, según las autoridades alemán Un total de 19 sospechosos han sido identificados, todos los extranjeros.
Policías federales alemanes dijeron aDie Weltque los delitos son cometidos por grupos de hombres jóvenes en grandes concentraciones de personas, como las manifestaciones, y van desde el acoso sexual a la violación.
Un informe del Ministerio del Interior de Renania del Norte-Wesphalia (NRW) estatal, donde se encuentra Colonia, dijo 516 denuncias penales habían sido registradas, 237 de los cuales eran de naturaleza sexual.Otro informe de la policía de Colonia dio descripciones gráficas de los crímenes, enumerando caso tras caso de las mujeres rodeadas por bandas de hombres que ponen sus manos en los pantalones y las faldas de las víctimas, les agarró entre las piernas, en las nalgas y los pechos, a menudo mientras que el robo de sus carteras y teléfonos celulares.
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