Tamam Salam, un moderado de consenso al frente del rompecabezas libanés

  • El independiente Tamam Salam, que hoy fue designado primer ministro por el presidente libanés, Michel Suleiman, gracias a un raro consenso parlamentario, es un suní moderado próximo al exjefe de Gobierno Saad Hariri y cuenta con una larga trayectoria política.

Kathy Seleme

Beirut, 6 abr.- El independiente Tamam Salam, que hoy fue designado primer ministro por el presidente libanés, Michel Suleiman, gracias a un raro consenso parlamentario, es un suní moderado próximo al exjefe de Gobierno Saad Hariri y cuenta con una larga trayectoria política.

Diputado desde hace cuatro años en la Cámara baja, Salam fue ministro de Cultura en el Gobierno de unidad nacional de Fuad Siniora entre 2008 y 2009, y está apadrinado por Hariri, quien lo recibió recientemente en Arabia Saudí.

Salam, perteneciente a una de las familias históricas libanesas que en este país se conocen como "casas políticas", es un hombre que trata de buscar acuerdos y se aleja de las controversias, reveló a Efe una fuente cercana al nuevo jefe de Gobierno.

Nacido el 13 de mayo de 1945 en Beirut, es hijo del ex primer ministro Saeb Salam (1905-2000), quien entre 1952 y 1973 fue jefe del Gobierno en cuatro ocasiones y que marcó la historia política del país con su fórmula de "ni vencedores ni vencidos", vigente hasta ahora.

La fuente consultada por Efe recordó que ni su padre ni el mismo Salam tuvieron nunca una milicia a sus órdenes, y que por ello no tiene "sangre en sus manos", lo que puede explicar que haya concitado el apoyo de 124 de los 128 diputados del Parlamento, incluidos los del influyente grupo chií Hizbulá.

Sin embargo, la complicada misión que le espera de organizar los próximos comicios legislativos, previstos para junio, y de mantener a su país al margen de la crisis siria le auguran complicaciones desde el primer minuto, con la formación de su gabinete.

El nombramiento de Salam significa el regreso al poder de la clase política tradicional suní, que estos últimos años ha estado eclipsada por la presencia siria y por la poderosa familia Hariri, según los analistas.

Para otra fuente próxima al primer ministro, su elección es "el regreso de la moderación y el compromiso. Es una persona tranquila, que no busca las polémicas, ni se enoja ni pelea con nadie".

Pese a obtener el apoyo de Hizbulá, Salam se ha mostrado en ocasiones crítico con este movimiento, como en una entrevista publicada recientemente en el semanario local "Magazine", donde lo acusaba de haber adoptado una orientación violenta, lo que ha causado "un cierto desequilibrio" en el país.

En esas declaraciones criticó al grupo encabezado por Hasan Nasralá por tratar de "poner el Estado al servicio de una comunidad determinada, en detrimento de la unidad del país".

Sobre las relaciones con Siria, que ya con su padre fueron un punto de fricción entre las principales fuerzas libanesas, Salam dijo a ese mismo semanario en otra entrevista que "una Siria fuerte y respetada refuerza al Líbano y un Líbano soberano e independiente refuerza a Siria".

"Todo lo que afecta a Siria nos afecta y viceversa. No es verdad que sintamos alegría por lo que sucede allí. Por eso, debemos mantener una fuerte vigilancia, unir filas y reanudar el diálogo para proteger al país de lo que sucede allí", agregó, en lo que parece una continuación de la política de distanciamiento seguida hasta ahora por Beirut.

Pese a su proximidad a Hariri, su relación con el ahora líder opositor no siempre fue fácil, porque en el año 2000 ambos compitieron en las legislativas por el mismo escaño en Beirut, que al final ganó Hariri, en una batalla electoral donde se cruzaron acusaciones de querer controlar la capital.

Tamam Salam cursó sus estudios en el Liceo Francés de Beirut y después estudió economía en Inglaterra (1963) y en el Victoria College, de El Cairo.

Boicoteó los comicios legislativos de 1992, los primeros tras la guerra civil (1975-1990), pero se presentó como candidato independiente en las elecciones de 1996, en las que fue elegido diputado por Beirut.

Cuatro años más tarde, el asiento le sería arrebatado por Hariri en una derrota que también puso fin a la colaboración con este, iniciada en 1998 con motivo de las elecciones municipales.

Tras la retirada de las fuerzas sirias del Líbano en 2005, Salam se mantuvo alejado de los distintos partidos, pero, tras el asesinato del diputado Walid Eido en junio de 2007, vuelve a acercarse a Hariri y se integra en el Gobierno de Fuad Siniora como ministro de Cultura.

Salam ha estado casado dos veces y tiene tres hijos: Saeb, Tamima y Soraya, que viven en el extranjero.

Su pasión es la lectura y practica la equitación, la natación y otras disciplinas deportivas.

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