Licho Escamilla, de 33 años, murió por una inyección letal en una prisión de Huntsville a las 18H31 locales (23H31 GMT), informó Jason Clark, del departamento de Justicia de Texas.
Escamilla, que tenía 19 años cuando tuvo lugar el crimen, estaba siendo buscado por otro asesinato cuando se vio envuelto en una reyerta en el aparcamiento de un club.
El oficial de policía, Kevin James, que se encontraba fuera de servicio, recibió un disparo mortal cuando él y otro funcionario intentaban mediar en la pelea.
Escamilla mostró pocos remordimientos durante el juicio, según los presentes.
La Corte Suprema estadounidense se negó a revisar el caso y la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas no accedió al indulto.
Esta muerte por inyección letal es la número 24 del año en Estados Unidos y la número 12 en Texas, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
seb/bfm/mbe/pst/ep/jb
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios