Los tibetanos en el exilio reeligen a Lobsang Sangay como jefe de Gobierno

Los tibetanos en el exilio reeligieron a Lobsang Sangay como jefe de su Gobierno, cinco años después de que el Dalai Lama abandonara la vida política para intentar promover la democracia y buscar su sucesión.

Lobsang Sangay, un ex universitario de 48 años, jefe del ejecutivo saliente, recabó un 57% de votos en la segunda vuelta celebrada el mes pasado, según los resultados publicados el miércoles por la comisión electoral.

El jefe del ejecutivo basado en la ciudad india de Dharamsala llegó al cargo en 2011, cuando el Dalai Lama renunció a todo papel político.

Tras la proclamación del resultado, prometió que proseguirá el "combate por la libertad" del pueblo tibetano hasta que obtenga una verdadera autonomía.

Unos 90.000 tibetanos exiliados en 13 países, de Australia a Estados Unidos, se habían registrado para votar.

Lobsang Sangay, que partía como favorito, quedó detrás de su rival Penpa Tsering, de 49 años, en la circunscripción de Dharamsala, sede del gobierno en el exilio, donde ciertos electores le reprochaban no haber hecho bastante durante su primer mandato.

Miles de tibetanos han huido desde que China mandó tropas a Tíbet en 1951, y muchos viven en la India.

La causa tibetana, que estuvo muy en boga en todo el mundo, pierde comba desde hace unos años. Numerosos países se lo piensan antes de enfrentarse con China.

Según muchos observadores, China espera el deceso del Dalai Lama, convencida de que el movimiento para los derechos de los tibetanos no sobrevivirá a la desaparición del religioso, Nobel de la Paz, que ha cumplido 80 años.

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