Transparencia Internacional: Los partidos se adueñan de las instituciones

  • Transparencia Internacional ha alertado hoy de la debilidad de las instituciones españolas y del riesgo de "abuso de poder" si no se cambia el sistema electoral y la regulación de los partidos, formaciones opacas con escasa democracia interna que se "adueñan" de las instituciones cuando gobiernan.

Madrid, 28 sep.- Transparencia Internacional ha alertado hoy de la debilidad de las instituciones españolas y del riesgo de "abuso de poder" si no se cambia el sistema electoral y la regulación de los partidos, formaciones opacas con escasa democracia interna que se "adueñan" de las instituciones cuando gobiernan.

Ésta es una de las principales conclusiones del informe "Marco de integridad institucional en España", presentado hoy por la organización no gubernamental como parte un proyecto internacional en el que han participado 25 países europeos.

Transparencia Internacional (TI) ha estudiado los doce pilares institucionales del país -desde el legislativo, el ejecutivo y el judicial, al Tribunal de Cuentas, los partidos o los medios de comunicación- y ha constatado las "debilidades" que se derivan de su "politización".

El origen del problema, según el informe, está en el sistema electoral y en el modelo de partidos diseñado en la Transición, ya que se priorizó la estabilidad y la gobernabilidad del país a costa de la representatividad.

"Cuando alguien gana unas elecciones con mayoría absoluta, tiene una inmensa capacidad de abusar del poder y no hay suficientes elementos de control para paliar esos riesgos", ha subrayado el investigador principal del estudio, Manuel Villoria, apuntando a los dos principales partidos del país: el PP y el PSOE.

El informe, ha explicado Villoria, no apuesta por la "antipolítica" porque "una sociedad democrática no puede vivir sin política y sin partidos", pero sí demuestra que éstos deben reaccionar.

Entre las principales carencias de las formaciones políticas, destaca su falta de democracia interna y de representatividad ante los ciudadanos, así como el bajo nivel de transparencia en la gestión y control de los recursos públicos que les son asignados.

Se añade a esta situación un sistema de listas cerradas y bloqueadas, que deja en manos de la maquinaria de los partidos la decisión clave de quién entra en los órganos representativos nacionales, regionales y locales.

"Quien controla el partido controla los órganos representativos" y cuando ese partido gana las elecciones, directa o indirectamente influye en "miles de funcionarios" a través de la "libre designación", un sistema que, ha subrayado Villoria, es visto con "verdadera estupefacción" en los países de nuestro entorno.

El estudio alerta además de la capacidad "invasora" de los dos partidos mayoritarios al influir en los nombramientos en la cúpula judicial, en el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Banco de España, el Defensor del Pueblo, los organismos reguladores o la Fiscalía General del Estado.

Ni grandes empresas ni medios de comunicación quedan al margen de la influencia de los partidos, ya que son los gobiernos quienes regulan los diferentes sectores, ofrecen negocio público u otorgan licencias.

Según ha comprobado TI, "ninguno de los dos grandes partidos tiene interés en mejorar profundamente el estado de las cosas", pero para Jesús Sánchez Lambás, miembro de su comité ejecutivo, deben adoptar posiciones "valientes" porque de ello depende superar el rechazo que generan en la sociedad y, en último término, "su supervivencia".

Como ejemplo pernicioso del sistema, Sánchez Lambás ha criticado la decisión del Gobierno de unir todos los organismos reguladores y supervisores en uno sólo y ha augurado una institución "esquizofrénica" que será a la vez "el zorro y las gallinas".

El alto grado de politización de las instituciones españolas, ha alertado Jesús Lizcano, presidente del comité ejecutivo de TI, perjudica la eficacia legislativa, la eficiencia económica, la participación ciudadana y, en definitiva, la democracia.

Entre las instituciones más sólidas se encuentran las que aplican la ley -la Fiscalía, la Policía y la Guardia Civil-, que destacan por su neutralidad y su profesionalidad.

Para minimizar el riesgo de politización del sistema, TI propone mejorar la normativa de financiación de los partidos y crear un organismo supervisor de los mismos, impulsar su democracia interna, reformar el sistema electoral -para permitir desbloquear las listas cerradas y mejorar la proporcionalidad-, y despolitizar los órganos superiores del poder judicial y el Constitucional.

De la actual crisis económica, según Antonio Garrigues Walker, miembro también del comité ejecutivo de TI, deben aprenderse tres lecciones: todas las "burbujas" están generadas por la corrupción y la codicia y llegan a un punto irreversible en el que explotan, no se puede gastar más de lo que se tiene, y se requiere una "base ética mínima" para que el sistema sea sostenible.

Mostrar comentarios