Tres transportistas y un trabajador del Puerto, en libertad con cargos por robo

Barcelona.- Tres transportistas y un trabajador del Puerto de Barcelona detenidos por su supuesta implicación en la trama que robaba contenedores y luego los devolvía cargados de piedras o arena han quedado en libertad con cargos tras declarar hoy ante la juez que investiga el caso.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, los más de veinte detenidos, entre ellos un sargento de la Guardia Civil que dirigía la policía judicial del Puerto -para quien la fiscalía ha pedido cárcel-, están acusados de los delitos de contrabando, asociación ilícita, falsificación, contra la propiedad industrial, robo con fuerza, revelación de secretos, receptación y contra la salud pública.

A la espera de que la titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona decida si envía o no a la cárcel al sargento de la Guardia Civil -que se ha negado a declarar ante la juez-, esta tarde han quedado en libertad con cargos los otros cuatro detenidos que han comparecido en sede judicial, al acordar su situación la fiscalía y las respectivas defensas.

En concreto, se trata de un administrativo que trabajaba en el puerto, que al parecer subía a las cabinas de control para facilitar la entrada y salida de los camiones con los contenedores robados, un camionero -que ha afirmado que se limitaba a seguir órdenes para saber dónde tenía que trasladar la mercancía-, un responsable de un taller de vehículos y otro transportista.

Al parecer, según han informado fuentes cercanas al caso, cuando la red tenía conocimiento de que en un contenedor había material que les podía interesar, gracias a la información privilegiada de la que disponía el responsable de la Guardia Civil, lo sacaban con total normalidad del Puerto.

Una vez fuera, llevaban el contenedor a un almacén, donde lo desvalijaban, se quedaban con el material para venderlo en el mercado negro -especialmente ordenadores y perfumes- y lo volvían a llenar de piedras o arena para que recuperara su peso y así poder devolverlo al Puerto como si nada hubiera ocurrido.

Los detenidos, tanto en Barcelona como en otras localidades del área metropolitana, están acusados también de contrabando, al introducir supuestamente en España 550.000 cajetillas de tabaco (valoradas en 1,6 millones de euros) con sellos falsos para facilitar su salida al mercado.

Según las mismas fuentes, la investigación se inició en diciembre de 2009, a raíz de la denuncia de una aseguradora, poco después de que el sargento de la Guardia Civil detenido empezara a trabajar como responsable de la oficina de la policía judicial del Puerto.

Precisamente, una de las hipótesis que se investiga es si este sargento, que anteriormente había estado destinado en el Aeropuerto tras pasar un periodo anterior por el Puerto, pidió adrede la plaza en el Puerto para poder llevar a cabo su actividad delictiva.

Al parecer, los teléfonos de varios de los detenidos fueron pinchados, lo que permitió acceder a conversaciones comprometedoras e incriminatorias para algunos de los imputados.

Además, se tiene constancia de que varios de los detenidos participaron en una reunión "con todos los gastos pagados" en el Casino de Peralada.

En algunos de los registros en las viviendas de los detenidos, la policía encontró pequeñas cantidades de droga, motivo por el que también se les acusa de tráfico de drogas.

La juez, que mantiene el secreto del sumario, seguirá tomando mañana declaración a otros de los detenidos por su supuesta implicación con esta trama, en la que también figura como detenido un agente de la Guardia Urbana de Barcelona.