Tuitear y otros delitos que te pueden llevar a un campo de trabajo forzoso en China

    • Peng Hong vive en una zona rural de China desde donde tuiteó una caricatura del político Bo Xilai. Su gesto le costó dos años en un centro de trabajos forzosos.
    • A Li Shanshan le enviaron a un centro de trabajo forzoso por denunciar las torturas a las que fue sometido su marido.
Entrada a un campo de trabajo chino.
Entrada a un campo de trabajo chino.
lainformacion.com
Susana Campo Fidalgo

Los campos de trabajo forzosos son conocidos comúnmente como "Laojiao". Acogen a los infractores cuyo delito no es catalogado como lo suficientemente grave y por lo tanto no se llevan a juicio. Bajo esta perspectiva, el sistema puede detener a personas durante un máximo de cuatro años sin un juicio público. Los campos de "reeducación a través del trabajo" fueron originalmente creados en 1957 con el objetivo de "limpiar" a la sociedad de los comúnmente llamados enemigos de clase. Se basan en los campos de reeducación instaurados en la Unión Soviética, que originalmente albergaban menores habitantes de calle y pequeños infractores.

Una de las características del sistema actual es que la policía tiene el poder unilateral de enviar a estos lugares a personas acusadas de delitos relativamente menores, generalmente son utilizados para "reeducar" a personas inmersas en cultos religiosos o políticos adversos a las políticas comunistas.Por expresarte libremente

La libertad política y de expresión en China es casi inexistente. La prensa y los partidos políticos son dos de los sectores más controlados por el partido comunista chino. En China un retuit te puede enviar dos años a un centro de trabajos forzosos. Peng Hong, vive en una zona rural donde en la región de Chongqing. Abandonó la escuela cuando todavía estaba en primaria y se dedicó a cuidar su casa. Un día, mientras navegaba por la red decidió retuitear un caricatura del político Bo Xilai. Su tuit le costaría 2 años en el centro de Chongqings Beibei Xishanping.Por defender la libertad de tus familiares

Li Shanshan estuvo en dos ocasiones en un centro de trabajo forzosa. En ambas, el motivo fue la lucha por los derechos y libertad de su marido que fue detenido y torturado en uno de los centros. Intentó en varias ocasiones visitarle, sin embargo las autoridades aseguraron que no era su esposa e impidieron que le visitase. Tras meses de lucha, las autoridades de la prisión permitieron que visitase a su marido. Cuando le visitó comprobó el deplorable estado de estado de salud en el que se encontraba e inició una campaña de denuncia. Pronto le advirtieron de que sus denuncias le conducirían a otro de estos campos. En octubre de 2011 Li será enviada al campo de trabajo forzoso de Hebei en la provincia de Shijiazhuang.Por exigir una compensación económica por el derrumbe de un edificio

Shen Lixiu empezó su cruzada contra el gobierno chino cuando decidieron expropiarle su sala karaoke para levantar un edificio gubernamental. Le compensaron con un 20 por ciento del valor de inicial de su inversión por lo que reclamó a las autoridades un precio justo. Ante sus reclamaciones, las autoridades le enviaron durante un año a un campo de trabajo forzoso. "Durante las noche era imposible dormir. Me dieron un taburete, me obligaron a sentarme. Si me caí me pegaban", explica Shen que recuerda que "eran las prostitutas y los drogadictos los que me golpeaban." El resultado de aquel terrible año fue una rotura de mandíbula como consecuencia de las palizas y torturas a las que fue sometida.Por defender los derechos de una comunidad

Liu Hua, de 52 años, es un tranquilo granjero que residía en el tranquilo pueblo de Zhang Liangbao. Su crimen fue una acusación de corrupción por la que tuvo que abandonar su pueblo natal. Le persiguieron durante meses para que confesase. "Me pidieron que firmase una declaración de culpabilidad pero me negué. Prefería morir antes que declarar", subraya. Liu señala que su única infracción fue defender los derechos sus vecinos. "Por denunciarles me enviaron al campo de trabajo forzoso". Estuvo retenido en el campo de Masanjia donde sufrió vejaciones, le privaron de la visita de familiares y le denegaron el acceso a su cuenta corriente.

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