Un año de Podemos: los retos pendientes del partido que aspira a gobernar

    • Hace un año, Podemos se presentaba como "movimiento ciudadano" en un pequeño local del barrio madrileño de Lavapiés.
    • Hoy, con firmes aspiraciones electorales, tiene aún pendiente de definir su programa. El partido ha vivido también sus primeras polémicas y enfrenta las fracturas.

Pablo Iglesias aplaude tras su intervención en el mitin celebrado en el Palacio de Congresos de Sevilla
Pablo Iglesias aplaude tras su intervención en el mitin celebrado en el Palacio de Congresos de Sevilla

Aún sin programa y con su estructura territorial a medias, Podemos ha cumplido este fin de semana el primer año de su nacimiento. Entonces, no era partido, ni siquiera movimiento. Si no un "método participativo abierto a la ciudadanía", como lo anunció un profesor de Políticas que comenzaba a ser conocido por las tertulias televisivas, Pablo Iglesias.

El gemen del partido que hoy aspira a gobernar se presentó en un acto convocado en el Teatro del Barrio, una cooperativa cultural en el barrio madrileño de Lavapiés-el más intercultural de la ciudad-nacida para fomentar el debate político. A él acudieron todos sus ideólogos, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa o Miguel Urbán, líder de Izquierda Anticapitalista.

"Dijeron en la plazas que sí se puede y nosotros decimos hoy que podemos", clamó Iglesias ante el aforo y la prensa convocada. El objetivo de la formación era, en palabras del hoy secretario general,"convertir la indignación ciudadana en cambio político"a través de la "decencia, la democracia y los valores humanos", incompatibles, afirmaba, con la política extendida por Europa. Sus promotores impusieron varias condiciones para seguir adelante con aquel proyecto: la primera, lograr 50.000 firmas en su recién creada web. Llamaban también a una activa participación de los ciudadanos en el debate de documentos y el diseño de un programa que presentar a aquellos comicios.

En aquella primera aparición, reiteraron con descartaron haberse apropiado del espíritu del 15-M y haber llegado para fragmentar aún más a la izquierda. Iglesias, de hecho, se mostró entonces partidario de abrir un proceso de primarias único para consensuar un candidato con el que defender una alternativa política a la derecha. En ese proceso estaban invitados IU y otras fuerzas, como la lasCUP, el SAT o Anova. Hoy, el pacto ha quedado prácticamente descartado.

"Somos la piedra del estanque y somos muchos. Necesitamos unirnos y que las ondas lleguen a la orilla", decía un poético Juan Carlos Monedero. "No queremos ser una marca más en el supermercado de los partidos", reiteraba Errejón. El movimiento se extendió rápidamente por las redes sociales y pronto desbordó incluso las previsiones de sus ideólogos. Iglesias siguió dándole forma con una presencia cada vez mayor en la pantalla y el 11 de marzo, la formación anunciaba que había logrado reunir la firma de15.000 ciudadanos,necesaria para presentarse a las europeas, y se inscribía en el registro de partidos. La cara de Iglesias se imprimió en las papeletas y Podemos concurrió a los comicios con un programa de fácil asimilación para la ciudadanía, y blanco de los críticos.

En el documento, una declaración de principios en contra de la"troika"y en favor de la recuperación del poder por parte de los ciudadanos, se planteaban medidas de fácil asimilación para una sociedad desencantada: renta básica para todo ciudadano"por el mero hecho de serlo", nacionalización de bancos y empresas en sectores estratégicos, subida del salario mínimo y limitación de los máximos, jubilación a los 60 años, reducción de la jornada laboral a35 horas semanales...además de una implacable persecución del fraude fiscal, de los privilegios de las rentas altas, y de los privilegios de políticos y las rentas altas. Iglesias, de hecho, prometía que, de salir elegido,renunciaría a parte de su sueldocomo eurodiputado: éste sería únicamente la suma de tres salarios mínimos y el resto sería donado a distintas causas sociales (en su caso, su programa online La Tuerka y el propio partido).

También, en un esfuerzo para alejarse de la"casta"-concepto que ya empezaba a popularizarse- rechazaría viajar a Estrasburgo en primera clase. El tertuliano se subió a la furgoneta y recorrió la geografía para extender la corriente de Podemos, al tiempo que comenzaban a aflorar los "círculos", espacios de debate organizados por territorios y sectores, considerados ADN de la formación emergente. La sorpresa llegó el25 de mayo: con el 7'96% de los votos-1.245.948 sufragios- Podemos lograba sentar a cinco eurodiputados en Bruselas.

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Más allá del abrumador resultado, el partido irrumpía con una fuerza inesperada en un mapa electoral hasta entonces dominado por PP y PSOE, convirtiéndose entercera fuerzaen regiones clave como Madrid, tradicional bastión de la derecha. En su primera intervención para interpretar los resultados, Iglesias llamó a la prudencia: "Seguirá habiendo seis millones de parados, desahuciados, banqueros corruptos, hospitales privatizados... Podemos no nació para se testimonial. Vamos a por todas.No nos conformamos", exclamó ante los centenares de simpatizantes, que con insistencia clamaban"Sí se puede",convertido en grito de guerra de la formación. "No nos pusimos techo. Mi voluntad es ir a las generales. E intentar ganarlas. No podemos hablar del fin, pero sí del principio del fin del bipartidismo. Hay que echarlos porque son los culpables de la ruina del país", sentenciaba.

La victoria puso en alerta a PP y PSOE, cuyos dirigentes trataban en público de desacreditar a la formación con ataques directos. "Aquí tenemos a todos los frikis del mundo", dijo Pedro Arriola, asesor del PP, dos días después de las europeas, "Son los mismos que nos hicieron los escraches", afirmaba Esteban González Pons. Entre tanto, el PSOE, con los peores resultados de su historia, vivía un proceso de desintegración interna con eladiós de Rubalcaba.
Podemos, un nuevo partido En un año, Podemos ha tenido que afrontar el reto ingente de constituirse como partidosin desinflarse en sus posibilidades electorales. Aunque todavía quedan por definir muchas cuestiones clave, entre ellas, su esperado programa.

A Iglesias y otros dirigentes se les critica cada vez con mayor insistencia la falta de concreción y la ambigüedad ante algunas de las medidas incluidas en el programa europeo, y que ahora se cuestionan. Sobre todo, en lo relativo a las propuestas económicas. El documento económico de base encargado a dos expertos de cabecera para la formación, los catedráticosVicenç Navarro y Juan Torres,ha descartado alguno de sus puntos más debatidos, como la renta básica para todos, que se reduce ahora a determinados colectivos sin concretar, o la jubilación anticipada a los 60, que debe mantenerse en los 65, según estos expertos.

También ha matizado otras propuestas:las nacionalizaciones, son ahora procesos de "desprivatización", y se contemplarán únicamente como medida excepcional, y el impago de la deuda será una "reestructuración ordenada". También ha variado la postura en relación a los regímenes latinoamericanos- Iglesias afirma ahora que de Venezuelahay cosas que le gustan y otras no tanto-e incluso de la Iglesia católica.Durante un reciente discurso del Papa Franciscoen el Parlamento europeo, el líder de Podemos aplaudió la intervención con un tuit en el que se destacaba el compromiso social del Pontífice.La organización territorial

Elegida la composición de sus órganos nacionales-con Pablo Iglesias revalidado como líder en las primarias del partido-Podemos vive actualmente inmerso en su proceso de constitución yelección de secretarios territoriales.

El pasado 2 de enero, el partido comunicó los nombres de sus líderes locales, elegidos en votación abierta a la militancia.El proceso no estuvo exento de críticas, después de que Iglesias mostrase su apoyo expreso a las candidaturasClaro que Podemos, encabezadas por hombres de su entera confianza y que terminaron por imponerse en las ciudades consideradas estratégicas. Iglesias se aseguró asíel control de hastadiez de las quince localidadescon mayor peso para el partido-aquellas en las que cuenta con más de 2.000 inscritos, comoMadrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Zaragoza. La dirección no logró en cambio el control en Málaga, donde el candidato "oficialista" quedó segundo.

El partido morado tiene por dar aún varios pasos: decidirquiénes serán los candidatos a las elecciones, que no necesariamente coinciden con el secretario general, ycómo se concurrirá a estos comicios.Según el documento político de Iglesias, en una decisión muy polémica entre las bases, esa participación se hará por medio de candidaturas de unidad popular, que en cada caso serán decididas por los Consejos municipales. En algunas localidades, como Barcelona, el partido ya ha avanzado en su integración dentro de la plataforma"Ganemos",surgida en varias capitales de provincia, y que en la ciudad promueve Ada Colau. En Madrid, la integración es más indefinida. En cualquier caso, lo que parece claro es que, sea por medio de agrupaciones de electores promovidos por ellos o en integración en estas plataformas, Podemos contará con una fuerte presencia en las elecciones locales. Por resolver están también todavía los liderazgos autonómicos, que se concretarán el próximo 14 de febrero,una vez finalicen los respectivos procesos de primarias.Las fracturas internas

Al igual que ocurrió en los procesos municipales, cuando se marcaron las diferencias entre las candidaturas avaladas por Iglesias y el resto, en los autonómicos se han vuelto a evidenciar las discrepancias. El eurodiputado Pablo Echenique, una de las caras más visibles del sector crítico con Iglesias, competirá para liderar el partido en Aragón, mientras que Teresa Rodríguez, afin a Echenique, lo hará en Andalucía. Ésta última ha acabado por integrar en su lista a Sergio Pascual, secretario de Organización y miembro del Consejo de Organización del partido, después de que el secretario general se lo solicitase expresamente en vistas a dar una imagen de unidad entre ambos sectores. Pese a que, de forma oficial, se intenten presentar como las diferencias propias de un debate democrático, la diversidad de opiniones en el seno de Podemos es una de las cuestiones que más preocupan a la dirección y ha puesto de manifiesto la existencia de dos formas de entender el partido: la más vertical, defendida por la dirección y otra, con liderazgos más diluidos, promovida por las bases.

Entre los círculos disgusta el carácter unipersonal con el que el eurodiputado maneja el partido, y también la escasa voluntad de integración mostrada durante el proceso de constitución, cuando rechazó el ofrecimiento de Echenique para integrar a miembros de ambas candidaturas. En su lugar, Iglesias colocó a su "núcleo duro" en los principales puestos de la Ejecutiva y a sus afines en el Consejo ciudadano. Todo ello ha ido provocando un creciente desapego con las bases. En la dirección preocupa que una imagen de ruptura pueda afectar a sus posibilidades de cara a los comicios.La ambigüedad frente al desafío soberanista

Lafalta de definiciónante la "cuestión catalana" es otro de los temas por el que más se le ha atacado en las últimas semanas, en lo que algunos ven una ambigüedad calculada con fines electorales.Si bien Iglesias se ha mostrado partidario del"derecho a decidir", ha mostrado también sus reticencias a una Cataluña independiente. El recién nombrado secretario general de Barcelona, Marc Bertomeu, echaba hace unos días balones fuera, dejando la postura del partido a la decisión que en su momento tomen los ciudadanos.

La formación sabe el valor estratégico de la comunidad y se ve reforzada en los sondeos. Según laencuesta de GESOPpara El Periódico, publicado a finales de noviembre, el partido sería la primera fuerza en Catalunya si ahora se celebrasen elecciones al Congreso, con el 22'8% de los votos (10-12 escaños), 5'5 puntos por encima de CiU, lo que le permitiría sentar a 10 diputados en la Cámara baja. El dato lo revalida también el último sondeo delCentro de Estudios de Opinión de la Generalitat,en el que la formación de Iglesias sería también la más votada para el Congreso, con un 14'7% de intención directa de voto, frente a un 11'9% de ERC y 11'2% de CiU.El partido se ha convertido en el nuevo blanco de ataque del nacionalismo. Hace unos días, el presidente de CIU en el Parlament,Jordi Turull,calificó de "casposo" el discurso de Podemos sobre el proceso independentista. Oriol Junqueras, líder de ERC, también ha expresado sus discrepancias. "Desgraciadamente, la actitud del Estado no cambiará en función de quién sea el presidente del Gobierno: desde Podemos, al PSOE o el PP", afirmó, "Quieren cambiar la realidad económica, social e institucional. Nosotros también y además nosotros queremos cambiar el Estado entero. Es evidente que nosotros vamos más allá".Las polémicas

Las simpatías de los dirigentes de Podemos por Venezuela han sido campo abonado para los críticos de la formación desde sus orígenes. Pero en los últimos meses, Podemos ha enfrentado otras cuestiones, entre ellas, laspolémica beca de la Universidad de Málagapor la que Íñigo Errejón cobraba 1.825 euros al mes en un proyecto al que no prestaba la dedicación acordada. El centro acabó por abrir un expediente para analizar un posible incumplimiento de las obligaciones laborales y si ha existido vulneración de la Ley de Incompatibilidades.

A Iglesias se le ha señalado porcobrar 3.000 euros mensuales del régimen iranía través de su televisión pública y también le ha influido la polémica de su pareja,Tania Sánchez, por las presuntas irregularidades cometidas durante su etapa como concejal, en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. Tampoco Podemos se ha librado del escrutinio delTribunal de Cuentas,que ha detectado "deficiencias" e "incoherencias" en la contabilidad del partido para las pasadas elecciones europeas. Según el organismo fiscalizador, casi50.000 eurosdonados por particulares no fueron debidamente identificados.
Los sondeos

Las encuestas siguen confirmando el empuje electoral de la nueva formación, tanto ante las próximas autonómicas como las generales. De hecho, las últimas publicadas por los dos principales diarios colocan a la formación de Pablo Iglesias como la fuerza más votada.Según la encuesta de Metroscopia paraEl País, Podemos, con un28'2% de los votos, ganaría las elecciones, seguido por los socialistas.El Mundole otorga un resultado muy similar: el28'3% de los sufragios, cuatro veces más que en las europeas, por delante del 26,3% del PP y el 20% del PSOE. Incluso las encuestas internas que maneja el PP la colocan como segunda fuerza.

Pese a estos buenos registros, los sondeos muestran también lapérdida de fuelle sufrida por su líder, que en la encuesta de Metroscopia puntuó por primera vez en negativo y quedó relegado por otros dirigentes, como Albert Rivera, de Ciudadanos, el más valorado, Alberto Garzón, de Izquierda Unida o Rosa Diez, líder de Unió Progreso y Democracia (UPyD).

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