"Extendemos nuestras condolencias a la familia de Michael James Riddering, un ciudadano estadounidense muerto en esta violencia", dijo el portavoz John Kirby en un comunicado.
Riddering, que deja esposa y cuatro hijos, era un trabajador de beneficencia y se encontraba en Uagadugú reuniendo un equipo de misioneros, según la organización cristiana Sheletering Wings.
Burkina Faso se convirtió en el último país arrastrado a la lucha yihadista contra Occidente y sus aliados cuando un número indeterminado de atacantes arremetió contra el Splendid Hotel en la noche del viernes, convirtiendo sus instalaciones y alrededores en un campo de batalla.
De los 29 muertos en el ataque, además del estadounidense, dos eran franceses, dos suizos y seis canadienses.
Según una fuente de seguridad burkinesa, entre las víctimas habría personas de al menos 18 nacionalidades.
Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) reivindicó el atentado, y afirmó que se trató de una "venganza contra Francia y los infieles occidentales", de acuerdo con un comunicado detectado por el observatorio estadounidense SITE.
Estados Unidos, que mantiene un pequeño contingente en el país, dijo apoyar a las fuerzas francesas que respaldan a las tropas de Burkina Faso.
"El personal de la embajada está en contacto con las autoridades locales mientras siguen evaluando la situación y trabaja para asistir a todos los ciudadanos estadounidenses en la zona", dijo Kirby.
"Permanecemos junto al pueblo burkinés contra el terrorismo y el extremismo. Seguiremos apoyando a nuestros socios en África para combatir a esta letal amenaza compartida", agregó.
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