Un pacto para un alto el fuego en Homs abre la esperanza sobre fin del asedio

  • Las autoridades sirias y los rebeldes han acordado un alto el fuego en el casco antiguo de la ciudad de Homs, en el centro del país, que podría ser un primer paso para poner fin al asedio del ejército, que dura ya más de veinte meses.

Susana Samhan

Beirut, 2 may.- Las autoridades sirias y los rebeldes han acordado un alto el fuego en el casco antiguo de la ciudad de Homs, en el centro del país, que podría ser un primer paso para poner fin al asedio del ejército, que dura ya más de veinte meses.

En declaraciones a Efe por teléfono, el gobernador de la provincia Talal al Barazi explicó que el alto el fuego entró en vigor el pasado mediodía y durará 24 horas.

"Si se respeta, se estudiará la posibilidad de lograr otro acuerdo para acabar con las hostilidades de forma definitiva", dijo el responsable político.

Este segundo pacto constaría de dos puntos, según el gobernador, que serían la entrega de armas por parte de los insurgentes y su retirada posterior al norte de la localidad.

"El objetivo final es pacificar Homs", subrayó Al Barazi, quien agregó que desde las 12.00 hora local de hoy (09.00 GMT) no se han registrado choques.

Por su parte, una fuente rebelde cercana a las negociaciones apuntó a Efe por internet que, tras un primer encuentro entre representantes de los insurgentes del casco antiguo y las autoridades, las conversaciones siguen en marcha y que ellos están a la espera de resultados.

"Vamos a ver si el alto el fuego es sólido y si se cumple por parte del régimen, ya que tiene un mal historial en este asunto", destacó la fuente, que indicó que la negociación es para la salida de los opositores del casco viejo de la ciudad a otro destino que "está por fijar".

En la zona hay aproximadamente entre 1.500 y 2.000 combatientes de la oposición.

En caso de que al final se efectuara el repliegue de los insurgentes de la parte antigua, tan solo quedaría en la ciudad un barrio en manos de los rebeldes, el de Uaer, situado en el noroeste.

El casco viejo lleva asediado por las fuerzas armadas más de veinte meses, lo que ha causado un grave deterioro de la situación humanitaria en su interior.

En febrero pasado, ambos bandos pactaron una tregua humanitaria, con la mediación de la ONU, para permitir la evacuación de unos 1.400 civiles -mujeres, niños y ancianos- del área.

El alto el fuego entra en vigor después de que el martes pasado al menos 55 personas perecieran y 111 resultaran heridas, según el saldo oficial, en un doble atentado perpetrado con dos coches bomba en un barrio de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente Bachar al Asad.

Activistas elevaron a un centenar el número de muertos en ese ataque en el distrito de Al Zahra, cuya autoría fue asumida por el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

En el último mes, los enfrentamientos se han recrudecido en Homs, la tercera población de Siria, donde las fuerzas gubernamentales, apoyadas por el grupo chií libanés Hizbulá, han experimentado avances y han recuperado el control de barrios como los de Al Hamdiya, Bab Hud, Wadi al Sayeh y Jurat al Shayah.

La intensificación de los combates hizo que el representante de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, lamentara "profundamente" el regreso de la violencia a esta localidad, tras la tregua de febrero.

Ante los progresos del régimen en abril, el Frente al Nusra contraatacó con una operación para dominar el distrito de Yeb Yandali, vecino al de Al Zahra, donde fue repelido por los soldados.

Entre los objetivos de los yihadistas figuraba "responder a la campaña feroz del régimen chií (en referencia a alauí) en las áreas asediadas de Homs mediante una operación por sorpresa para dar la vuelta a la balanza y cambiar los papeles", además de elevar la moral de los rebeldes.

Pese a la derrota en Yeb Yandali, el Frente al Nusra aseguró que no iba a cejar en sus esfuerzos por levantar el asedio gubernamental en la parte antigua.

Más de 150.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

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