Una agridulce celebración de la libertad

  • No ha sido un mitin más. El acto preelectoral celebrado hoy en San Sebastián por el PSOE se ha convertido en una agridulce celebración de la libertad, una reunión "histórica", como la ha calificado Patxi López, por ser la primera que los socialistas vascos celebran a salvo de la persecución del terrorismo.

Rafael Herrero

San Sebastián, 22 oct.- No ha sido un mitin más. El acto preelectoral celebrado hoy en San Sebastián por el PSOE se ha convertido en una agridulce celebración de la libertad, una reunión "histórica", como la ha calificado Patxi López, por ser la primera que los socialistas vascos celebran a salvo de la persecución del terrorismo.

La escenografía, con rótulos alusivos al candidato -"Rubalcaba, sí"-, era la propia de un mitin, pero las elecciones han quedado en un plano marginal porque el acto del Kursaal donostiarra se ha convertido en la primera ocasión en la que los socialistas vascos se han reencontrado y abrazado tras saberse supervivientes del terror.

La sala de cámara abarrotada, con militantes sentados en las escaleras y pasillos, enarbolando ikurriñas y banderolas socialistas, rezumaba un ambiente de euforia y emoción causado por el anuncio del fin del terrorismo efectuado por ETA el pasado jueves.

La alegría por la "victoria", proclamada por todos los oradores desde el estrado, se ha visto contenida por el recuerdo de los ausentes, muchos de cuyos familiares han ocupado un espacio relevante en el acto de hoy.

Ha sido también una ocasión para la propia reconciliación interna, deseada por una militancia que ha agasajado con prolongadísimos aplausos a todos los actores del programa, los que han hablado y también los que concitaban todas las miradas.

La primera gran ovación, con todo el auditorio en pie, ha sido para el presidente del PSE/EE, Jesus Eguiguren, cuando ha accedido a la sala, antes de que lo hicieran los oradores.

También Rodolfo Ares, consejero de Interior, ha sido objeto de reconocimiento por parte las bases del partido en Euskadi en los minutos previos al emotivo mitin.

Desde la parte superior de la sala, a través de una escalera, han bajado los protagonistas del acto: el candidato al Congreso por Gipuzkoa, Odón Elorza, el lehendakari, Patxi López, y, por último, el candidato a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Lo han hecho lentamente, recibiendo innumerables abrazos de los militantes y rebasados por las lágrimas cuando quienes les han felicitado y animado han sido las víctimas del terrorismo.

Elorza, el primero en hablar, lucía un "foulard" blanco que le regaló hace quince años el Dalai Lama y que ha permanecido guardado todo este tiempo porque se prometió a sí mismo que lo luciría por primera vez cuando pudiera celebrar la libertad.

Cuando el excaldade donostiarra se disponía a inaugurar el acto, el lehendakari se ha acercado a Eguiguren, a quien ha saludado con un cariñoso gesto para escenificar una reconciliación que posteriormente ha explicitado desde el estrado.

Ante el micrófono, López, casi sin voz, ha pronunciado un discurso entrecortado por las lágrimas, fundamentalmente dirigido a las bases de un partido "más unido que nunca", que ha tenido hoy la oportunidad de saborear una agridulce celebración de la libertad.

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