Una iglesia serbia causa polémica entre los musulmanes de Srebrenica

  • El tradicional acto de conmemoración de las más de 8.000 víctimas musulmanas de la masacre de Srebrenica, está en entredicho este año por la construcción de una iglesia serbia ortodoxa en las cercanías del centro conmemorativo.

Nedim Hasic

Srebrenica (Bosnia), 23 may.- El tradicional acto de conmemoración de las más de 8.000 víctimas musulmanas de la masacre de Srebrenica, está en entredicho este año por la construcción de una iglesia serbia ortodoxa en las cercanías del centro conmemorativo.

Familiares y supervivientes de la matanza, sucedida en julio de 1995, consideran el pequeño templo serbio como una provocación, ya que se encuentra a sólo diez metros de una fosa común musulmana.

La iglesia ortodoxa está además muy cerca del centro memorial de Potocari, donde están enterradas hasta ahora unas 5.800 víctimas y donde el próximo 11 de julio se pretende dar sepultura a otras 520.

"Existe la posibilidad de que se aplace el entierro de otras víctimas y la conmemoración", aseguró Munira Subasic, presidenta de la Asociación Madres de los enclaves Srebrenica y Zepa, en una rueda de prensa la semana pasada.

"Este año deben ser enterrados los huesos de mi hijo menor. Sólo han encontrado dos huesos. Pero no tiene sentido la sepultura y el funeral si encima del centro memorial está esa iglesia", advirtió.

Según la presidenta de la Asociación Madres de Srebrenica y Zepa, no será posible controlar a decenas de miles de "ofendidos y amargados por las provocaciones".

Su hijo, Nermin, llevado de forma brutal para ser asesinado, a pesar de las súplicas de la madre a los soldados serbobosnios y su comandante, Ratko Mladic, ahora acusado de genocidio por la justicia internacional en La Haya.

Sus restos mortales fueron encontrados junto con los de otras 130 víctimas de la matanza en la fosa de Budak 2, justo en el lugar donde hoy se construye la iglesia serbia.

Incluso el alto representante de la Unión Europea (UE) en Bosnia, Valentin Inzco, ha pedido suspender la construcción y trasladar la iglesia más lejos de la fosa masiva exhumada y del Centro memorial, pero sin éxito, ya que las autoridades serbobosnias no reaccionan.

En Srebrenica, situada en la República Serbia de Bosnia, viven hoy unas 11.000 personas, en su mayoría serbios, aunque antes de la guerra un 70 % de los habitantes eran musulmanes.

Varios vecinos musulmanes de Srebrenica indicaron a Efe durante una visita a la ciudad que la polémica iglesia "será para una sola persona", ya que se trata de un prado deshabitado, regalado a la Iglesia ortodoxa por un serbio local.

Para los vecinos, la construcción del templo serbio en las proximidades del cementerio de las víctimas musulmanas de la matanza no es más que "una provocación y un desafío".

Al cerro de Budak y a la iglesia medio construida y todavía rodeada de andamios se llega por un estrecho camino de grava.

Sus cimientos fueron establecidos hace dos años y su construcción empezaba y paraba, pero últimamente se ha intensificado.

El párroco serbio local, Aleksandar Mladenovic, ha prohibido acceder a la iglesia, tomar fotos y hablar con los obreros.

Al ver a los reporteros de Efe, los albañiles serbios se bajaron con prisa de los andamios y les tiraron piedras.

La construcción de la iglesia había comenzado sin los permisos pertinentes, y los inspectores y la policía, enviados por el alcalde de la ciudad, el musulmán Camil Durakovic, no pudieron hacer nada para impedir las obras porque los trabajadores los ahuyentaron con amenazas de violencia.

El edil prohibió entonces seguir adelante con la construcción de la iglesia, aunque su decisión fue revocada por la ministra serbobosnia de Planificación, Srebrenka Golic.

Como resultado, sigue creciendo en la pequeña ciudad el ambiente de tensión entre serbios y musulmanes.

Hace varios años, ya fue instalada una enorme cruz cristiana en una colina encima de la ciudad, en contra de la voluntad de los desplazados musulmanes que regresaron a la zona.

"Se trata de una sistemática conversión del territorio en serbio", asegura Durakovic en declaraciones a Efe.

La iglesia de Budak es sólo la última de una serie de símbolos serbios construidos desde el final de la guerra en 1995 en la zona en torno al río Drina, al este de Bosnia.

Según Durakovic, los lugares donde fueron edificados no tienen ninguna justificación ni sentido religioso para los serbios.

Al inicio de la construcción de la iglesia de Budak, Durakovic había ofrecido otra ubicación, más cercana a aldeas serbias, y una donación de 25.000 euros, pero la oferta fue rechazada.

En todo caso, Durakovic prometió que no será cancelado el entierro ni el acto la conmemorativo del 11 de julio, aunque "nadie podrá garantizar la seguridad" de los asistentes.

"El 11 de julio acudirán aquí 60.000 personas, algunos enterrarán a su hijo, otros a su hermano, y yo no puedo garantizar que alguien de la muchedumbre no se marche a Budak para destruir la iglesia. De eso advierto constantemente", advirtió el alcalde de Srebrenica.

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