Una monja tibetana se prende fuego y eleva a 120 número de casos desde 2009

  • Una monja tibetana se ha prendido fuego en la provincia china de Sichuan (oeste) en protesta por el control que el Gobierno de Pekín impone en las zonas tibetanas, lo que eleva a 120 el número de casos de este tipo desde 2009.

Pekín, 12 jun.- Una monja tibetana se ha prendido fuego en la provincia china de Sichuan (oeste) en protesta por el control que el Gobierno de Pekín impone en las zonas tibetanas, lo que eleva a 120 el número de casos de este tipo desde 2009.

La mujer se quemó a lo bonzo ayer cerca del monasterio de Nyatso del condado de Tawu (Daofu en mandarín) en la citada provincia, informó hoy Radio Free Asia (RFA), que no identifica a la víctima.

"Quería protestar contra la dura política china en las zonas con población tibetana", dijo a RFA Yama Tsering, un monje exiliado en el sur de la India.

Se desconoce de momento cuál es el estado de la mujer, que fue trasladada "inmediatamente al hospital de Kangding", según Tsering.

Después del incidente, las autoridades cortaron las líneas telefónicas y el acceso a internet en la zona, por lo que "no hay forma de saber en qué estado se encuentra, su nombre o su edad", agregó el monje.

Además, aseguró que la zona "tiene ahora una fuerte presencia policial".

El suceso ocurrió un día después de que comenzara un encuentro anual de monjes en el monasterio de Nyatso, conocido como "Jang Gunchoe", que congrega a alrededor de 3.000 religiosos que, durante diez días, debaten acerca del budismo y participan en otras actividades.

Este último caso eleva a 120 el número de protestas de este tipo desde comienzos de 2009, la última de las cuales se registró a finales de mayo, cuando Tenzin Sherab, de 31 años, se quemó a lo bonzo y murió a causa de sus quemaduras en la región de Adril, en el este del Tíbet.

En los días precedentes a su inmolación, Sherab había hablado con sus amigos acerca de las políticas "malignas" del Gobierno chino y expresado su preocupación por la posible "aniquilación" de la religión y cultura tibetana, según dijo entonces la agencia tibetana Phayul.

Pekín acusa al Dalai Lama y a los grupos de apoyo al independentismo tibetano en el exilio de aplaudir y animar estas inmolaciones, pese a que el líder espiritual y Premio Nobel de la Paz de 1989 ha pedido el cese de las protestas suicidas.

China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región gozaba de cierta independencia hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.

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