El 'violador de la Verneda', en libertad aunque vigilado: "Estoy arrepentido"

  • Tras cumplir condena, la Fiscalía ha activado el protocolo previsto para el seguimiento de los antiguos presos considerados como peligrosos.
Fotografía de agentes de los Mossos d'Esquadra.
Fotografía de agentes de los Mossos d'Esquadra.

Gregorio Cano ya se encuentra en libertad tras salir del centro penitenciario en el que estaba interno, tras cumplir los 20 años de prisión que la ley prevé como máximo, de los 167 que se les impusieron por las 17 agresiones sexuales de las que se confesó autor, cometidas entre el 23 de febrero de 1997 y el 1 de mayo de 1998 en portales y edificios despoblados de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Montcada i Reixac (Barcelona).

En declaraciones a varios medios de comunicación tras salir de la prisión Brians 2 pasada la 1 de la madrugada, Cano "lamentó mucho" las violaciones que cometió y pidió perdón a las víctimas, a las que hizo, aseguró, "tanto daño". "Estoy muy arrepentido, me ha intentado quitar la vida varias veces, porque no se merece nadie lo que yo hice", dijo el 'violador de la Verneda'.

Y ahora, ¿qué?

Tras la salida de prisión, y por orden de la Fiscalía, los Mossos d'Esquadra tienen previsto someter a Gregorio Cano a una vigilancia "no invasiva" al considerar Instituciones Penitenciarias que en el tiempo que ha permanecido en la cárcel no se ha rehabilitado.

Pese a ello, Gregorio Cano señaló al salir de la prisión que los programas de rehabilitación de agresores sexuales que existen en los centros penitenciarios "son efectivos si uno quiere; si uno no quiere va a seguir igual, y yo lo he logrado", ha asegurado.

El conocido como "violador de la Verneda" afirmó que está "muy arrepentido" de los delitos que cometió y aseguró que ha logrado rehabilitarse .

La abogada de las víctimas del "violador de la Verneda", María José Varela, advirtió que todos los violadores múltiples excarcelados en Cataluña no estaban rehabilitados, y cuestionó la labor de las prisiones.

Varela indicó que las víctimas del "violador de la Verneda", Gregorio Cano, no afrontan ahora un "riesgo especial", sino el mismo que cualquier otra mujer, aunque ven su excarcelación con "desazón" e "inquietud", ya que están reviviendo un proceso del que no quieren "ni oír hablar".

Varela, que ejerció la acusación particular en nombre de la mayoría de víctimas de este violador múltiple, indicó que el agresor sexual tiene derecho a quedar en libertad, al cumplir los 20 años de cárcel, el máximo que se podía cumplir en España, aunque puso en duda la labor de las prisiones en la reinserción de este tipo de presos.

"¿Qué están haciendo en las cárceles?", se preguntó la abogada, que recordó que todos los violadores múltiples excarcelados en Cataluña al cumplir su condena no estaban rehabilitados. "O no se está haciendo bien (el proceso de rehabilitación) o no tienen posibilidad (de rehabilitarse). Pero si una persona cumple condena, ¿qué vamos a hacer con ella?", indicó la abogada, que enfatizó que Cano no puede ser sometido a libertad vigilada porque fue condenado antes de la reforma del Código Penal de 2015.

Hasta la reforma del año 2015, el Código Penal no preveía imponer medidas de vigilancia a asesinos y violadores que salieran de prisión una vez hubieran cumplido la condena impuesta, por lo que la Fiscalía aprobó un protocolo para garantizar un control no invasivo de los exreclusos considerados como peligrosos.

Instituciones Penitenciarias comunicó a principios de este mes a la Fiscalía la excarcelación del violador múltiple y le alertó de que no se le considera rehabilitado, de acuerdo con los informes de los responsables tratamiento del centro penitenciario en el que ha cumplido su condena.

La pena impuesta fue 167 años

El caso de Gregorio Cano fue el primero de España en que un tribunal aplicaba la medidas de computar los beneficios penitenciarios a un condenado sobre el total de la pena impuesta, en este caso 167 años de prisión, por lo que se le obligaba a cumplir los 20 años de cárcel efectiva establecidos como máximo por la ley.

Antes de que la sección quinta de la Audiencia de Barcelona impusiera los 20 años de prisión efectiva a Gregorio Cano, otros depredadores sexuales redimieron gran parte de sus penas realizando trabajos de lavandería o limpieza en prisión, como los conocidos como "violador del Eixample" o "violador de la Vall d'Hebron", que cumplieron 16 y 13 años entre rejas, respectivamente.

Gregorio Cano, que atacaba a mujeres de entre 18 y 39 años de edad amenazándolas con una navaja, fue detenido en mayo de 1998 después de que la policía le tendiera una trampa utilizando como "cebo" a una agente vestida de paisano.

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