El semestre ‘negro’ de la economía

Nunca una campaña de vacunación y la mutación de un virus a peor fueron tan importantes para la economía de un país como lo están siendo ahora en el caso español. Se ha llegado al primer trimestre de 2021 con la misma incertidumbre o más de la que había en el último del año anterior y eso no augura una recuperación sólida de la confianza de los consumidores y los inversores como para decir que ya se ve la luz al final del túnel de la crisis. Al contrario, los principales analistas y servicios de estudios en España están revisando sus previsiones a la baja para este año y auguran seis meses muy duros para las familias y las empresas, con las miras puestas en que, tras la primavera, se podrá activar el turismo y empezar una andadura que no llevará de nuevo la economía al nivel anterior a la Covid hasta 2023.

“La economía está aprendiendo a convivir con este nivel de restricciones, salvo el caso de algunos sectores que están muy golpeados -asegura el economista jefe de Caixabank, Enric Hernández-, pero la cuestión es saber donde está el punto de inflexión en el que empecemos a recuperar la confianza y el consumo”. En esa misma línea, el director del servicio de Estudios de Repsol, Antonio Merino, advierte que todo apunta a que en enero y febrero todavía vamos a tener un nivel medio de confinamiento muy alto, incluso mayor que el de los meses de noviembre o diciembre, “y no se pueden levantar las medidas y el distanciamiento social hasta que no baje la prevalencia hospitalaria”, algo que no ocurrirá, al nivel de contagios y vacunación en el que nos movemos, hasta los meses de mayo o junio, como pronto.

Desde el punto de vista más positivo, la campaña de vacunación que se ha iniciado con los grupos de mayor riesgo y el personal sanitario de primera línea es un mensaje de confianza que hace pensar a los analistas en una reducción del riesgo de colapso del sistema de hospitales (como ocurrió hace casi un año en el inicio de la pandemia) y, con ello, una posible reducción de las restricciones a medio plazo que dé más confianza a la economía, cuando se supere esta tercera ola. “que es más que otra cosa una pata de la segunda”, aseguran. El lado negativo lo pone la nueva cepa del virus, de contagio más rápido y virulento, cuyo impacto más fuerte situaba Fernando Simón esta semana en el próximo mes de marzo, algo que daría al traste con la opción de empezar a recuperar la economía en el segundo trimestre del año y corroboraría que estamos ante un semestre negro para los ciudadanos y para las empresas.

Cuando el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, auguró un crecimiento del 2,4% para el cuarto trimestre del año en un alarde de confianza en la evolución de las cotizaciones, no contaba con que a partir de ese día iban a aumentar los trabajadores en ERTE y el aumento del gasto con tarjetas de crédito que había hasta septiembre se ha quedado en cero. Estos indicadores claves para el consumo y la actividad empresarial son los que, según la mayor parte de los analistas consultados, van a dejar en cero el crecimiento del último trimestre del año que tan bien veía el ministro, y van a marcar la revisión a la baja de las previsiones para el año que viene de la mayor parte de los institutos de previsión.

El BBVA anunciaba este viernes una revisión del 6 al 5,5%, al igual que las Cámara de España, que lo recortaba en más de dos puntos, hasta el 6,2%. En cualquier caso, muy lejos del 9,8% que estimó el Gobierno para hacer los Presupuestos, incluso del 7,2% de subida del PIB que Calviño calculaba, aunque no llegaran los fondos europeos. Hasta siete de los veinte institutos de análisis del panel de Funcas retocan a la baja sus previsiones sobre la recuperación española en 2021 tras el empeoramiento de la crisis sanitaria en las últimas semanas.

De una forma o de otra, apenas tres semanas después de aprobar las Cuentas del Estado, la mayor parte de las previsiones sobre las que se basaron están fuera de contexto y nos enfrentamos, cuando menos, a un semestre muy duro, en el que será difícil percibir aún los efectos de la vacunación y los fondos europeos. Frente a ello, desde otro de los principales servicios de estudios del sector financiero advierten que la mejor incidencia de la vacuna en la economía, por ahora, es que tanto la Administración como las empresas “tienen más o menos cierto sobre cuanto tiempo deben mantenerse los ERE y las ayudas públicas, y cuanto tiempo les queda por aguantar hasta que todo empiece a recuperarse”.

Todos los consultores y servicios de estudios coinciden en que toda la recuperación va a depender de que vuelva la actividad al sector turístico, ya sea a nivel interno o con viajeros europeos, toda vez que la vuelta de los turistas en Semana Santa se da ya casi por perdida. “Los Presupuestos dan certidumbre porque ya tienen anotadas las ayudas europeas… Ahora la incertidumbre a resolver es el diseño del modelo, pero dentro de pocos meses debería estar todo en marcha y echar leña a la recuperación y la confianza”, señala Enric Hernández. “Fue todo más negro en el primer semestre del año pasado, pero está claro que ahora no va a ir todo tan bien como se esperaba”, remata Merino.

Una de las preocupaciones que pesan sobre las entidades financieras y que pueden ensombrecer aún más el semestre es la vuelta a la obligatoriedad de los concursos de acreedores, cuya moratoria está prorrogada hasta el 31 de marzo, algo que puede provocar una ola de quiebras y elevar la morosidad en la banca. Desde las entidades financieras aseguran que habrá que buscar una fórmula que permita sobrevivir a mucha de esas pymes que la pandemia ha convertido en insolventes, pero que pueden salir adelante, más que con líneas de crédito, con ayudas directas. A pesar de ello, ese riesgo está ya provisionado en la mayor parte de los casos, con lo que cae la posibilidad de que se convierte en un problema financiero grave. De otro lado, hay quien cuenta con una prórroga mayor, hasta mayo, de la moratoria, aunque solo sea porque es muy difícil que salgan adelante los concursos con los miles de empleados que están en ERTE.