EL VIAJE DE LA VACUNA HASTA ESPAÑA

La onda expansiva del coronavirus sigue en marcha. Su eclosión llevó a buena parte de la industria al letargo. Ahora, el antídoto está próximo y la red de empresas involucradas en lo que viene después apuran los días antes del Año Nuevo, para perfilar las últimas fases del proceso. Las próximas semanas son básicas. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, estima que entre mayo y junio, quedarán vacunados de 15 a 20 millones de españoles. De las probetas de los laboratorios internacionales hasta los centros de salud, queda otra maratón. Una labor que conocen bien las empresas farmacéuticas, familiarizadas con los siguientes pasos. Un reto histórico para la industria del transporte aéreo. El viaje de la vacuna de la Covid-19 no ha hecho más que empezar.

El visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) a las candidatas será el filtro decisivo. “En condiciones normales, tras la luz verde de la EMA, la vacuna tiene que lograr el sello de los reguladores nacionales”, explica Pedro Alsina, Public Affairs de Sanofi Pasteur, “En este escenario de pandemia, el sello europeo implicará la aprobación automática de las agencias nacionales”. Pilar Diego, responsable de Farmacovigilancia de GSK, detalla el proceso. “Los reguladores evalúan la relación beneficio-riesgo y, si es positiva, aprueban la comercialización”. El papel del laboratorio no acaba aquí. “Aun cuando una vacuna logra este paso, las compañías farmacéuticas siguen evaluando su seguridad, durante toda la vida del medicamento, hasta que deja de comercializarse”, explica.

Tanto en GSK, con vacunas para más de una veintena de enfermedades en cartera, como Sanofi, cuya candidata contra la Covid-19 se halla en fase 1 y 2; están habituados a los mecanismos de distribución. Cuando el fármaco se encuentre en su vial, con su etiqueta lista, en el lugar de fabricación se preparan los envíos. “En nuestro entorno europeo, partimos de Francia”, relata Alsina, “Si nuestra candidata llega a buen puerto, los viales llegarán a España por la vía terrestre, en camión”. Vehículos con refrigeración, repletos de cajas de un material similar al poliespán, que llegarán a sus almacenes de Madrid. “La distribución puede variar en función de las CCAA. Algunas tienen, sus propios almacenes, otras piden una distribución directa a los puntos de vacunación”. La campaña en España contará con 13.000 de estos enclaves.

“La distribución puede variar en función de las CCAA. Algunas tienen, sus propios almacenes, otras piden una distribución directa a los puntos de vacunación”

El Ministerio de Fomento está preparado para la tarea faraónica de aterrizar y repartir, al menos, esos 53 millones de dosis que España tiene comprometidas con Europa, en cuestión de meses. "Nos encontramos plenamente disponibles para garantizar lo que determinen las autoridades sanitarias de cara a la distribución de la vacuna". La cartera de Salvador Illa ha ido desgranando la estrategia de vacunación nacional, pero quedan lagunas. "Es un documento vivo que se irá trabajando con las CCAA", detallan a este diario. Entre las mayores incógnitas, la proporción de dosis que recibirá cada región. Sea cual sea escala del reparto, los pasos a seguir son claros.

Desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) califican el encargo de suministrar el antídoto como "la misión del siglo". El virus ha herido de gravedad al sector. Desde IATA elevan la horquilla de pérdidas entre los 63.000 y los 113.000 millones de dólares para 2020. Ahora, su papel es clave. En paralelo a la carrera científica, la industria aérea afina con laboratorios, aerolíneas, bases y autoridades, el plan de para traer el fármaco a España. El reto no es solo movilizar la ingente cantidad de viales, sino adaptar las naves a un producto tan delicado, por ejemplo, con controles de temperatura. Las previsiones de IATA cifran en cerca de 8.000 los aviones Boeing 747, si solo se necesitase una dosis por persona, que exige "el mayor reto de transporte aéreo de la historia".

Las primeras vacunas que esperan en La Moncloa son las de Moderna, Pfizer y CureVac. Una primera partida de 53 millones de viales que partirán desde EEUU -las dos primeras- y Alemania, con destino a las bases españolas. Queda pendiente de confirmación, si todas las dosis aterrizarán en Barajas o se recibirán también en otros aeropuertos. Una vez en territorio nacional, se pondrá a prueba el plan logístico diseñado por el comité específico que ha creado el Ministerio de Sanidad, cuyo primer encuentro tuvo lugar ayer mismo. Los viales serán trasladados a centros de almacenaje, cuya selección dependerá de las características de las formulaciones que lleguen a España. La de Pfizer, por ejemplo, exige un frío extremo que obligará a la cartera a contar con suficientes plantas de refrigerado para evitar su deterioro.

La lista de grupos prioritarios del Gobierno da una pista de cuál será el siguiente destino. Las CCAA tendrán cierto margen para perfilar los protocolos una vez que la vacuna aterrice en las residencias, primer objetivo de la campaña. "Madrid es una de las que lo tiene más avanzado", traslada la patronal de residencias privadas CEAPS. La estrategia que aún perfila la CAM apunta a priorizar al conjunto de residentes y personal que no pasó la enfermedad y, por tanto, no presenta grado alguno de inmunización. "El personal sanitario de las residencias será el que suministre el antídoto y, si no lo hay, la tarea recaerá sobre el centro de Atención Primaria de referencia". Pocas semanas y muchas paradas, todas decisivas para escribir el punto final de la crisis sanitaria.