En la enseñanza obligatoria las reválidas "suponen una carrera de obstáculos totalmente antipedagógica y sancionadora". Este modelo "en lugar de apostar por una enseñanza motivadora apuesta claramente por la presión de un examen".
El sindicato entiende, además, que "estas reválidas menosprecian la evaluación continua y se deslegitima y ningunea el trabajo cotidiano del profesorado, que es ajeno a los cuestionarios que se van a aplicar a su propio alumnado".
FETE-UGT considera que estas pruebas "acaban degradando los contenidos porque se termina incidiendo en aquellos aspectos que van a ser objeto de evaluación centrándose los esfuerzos docentes en preparar al alumnado para resolver pruebas y exámenes como ya ocurre en segundo de bachillerato con la selectividad".
Este sindicato apuesta por una "evaluación continua e integral, que tenga en cuenta todos los factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, orientada a la mejora, sin perder su carácter formativo y coordinada por el profesorado. Una evaluación justa, rigurosa y adaptada a los retos del siglo XXI donde se tengan en cuenta el análisis crítico, el desarrollo del pensamiento, la interpretación de datos".
FETE-UGT "sigue reclamando la paralización y derogación de la LOMCE puesto que, mientras no se paralice el calendario de implantación se estarán llevando a cabo actuaciones que lo único que generan es desconcierto en incertidumbre en la comunidad educativa y que no redundan en la mejora de la calidad del sistema educativo y en las aulas".
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