UGT RECLAMA UN MODELO TURÍSTICO SOSTENIBLE Y DE CALIDAD ANTE LA ‘TURISMOFOBIA’

La Unión General de Trabajadores (UGT) rechazó este martes los actos de violencia que se están registrando en algunas zonas turísticas de España, fenómeno conocido como ‘turismofobia’, y reiteró la “imperiosa necesidad” de actuar sobre el modelo turístico español para erradicar la explotación laboral, darle calidad y sostenibilidad y hacerlo compatible con los derechos de los ciudadanos que viven en las turísticas.
UGT considera necesario reconducir la situación del sector turístico, que “actualmente está generando rechazo entre la población” de algunas zonas de España como Cataluña, San Sebastián, Palma de Mallorca e Ibiza, “por la masificación y las políticas que han permitido la explotación laboral, el fraude fiscal, la degradación de los entornos urbanos y la sobreexplotación de los espacios naturales”.
Para el sindicato, que “rechaza rotundamente los actos violentos y los enfrentamientos”, es preciso un cambio de políticas, puesto que “no se trata de contabilizar, simplemente, cuántas personas visitan nuestro país, sino qué es lo que aportan”.
“Esta situación tiene un impacto directo y negativo sobre la calidad de los servicios y el empobrecimiento de la actividad turística. La sobresaturación y la aglomeración han conllevado daños en el bienestar y la convivencia en determinadas poblaciones”, recalcó el sindicato.
UGT señala que un sector con aportaciones “esenciales” al PIB “no puede sostenerse sobre una progresiva precarización de las condiciones de trabajo de los profesionales del sector, como consecuencia de la reforma laboral, la rebaja de las condiciones sociales a través de la externalización de actividades y de las empresas multiservicios y los contratos a tiempo parcial de muy corta duración, el incremento de la temporalidad con el acortamiento de las aperturas de hoteles de temporada, la sobrecarga de trabajo y el abuso y aumento de los riesgos para la salud”.
Por ello, el sindicato apuesta por un cambio de modelo, desarrollar una estrategia turística común, a través de una reconversión integral del sector con implicación de las administraciones públicas y desde el diálogo social, cambiando el actual modelo de sol, playa y ocio a bajos precios, que “da evidentes síntomas de agotamiento”, por otro en el que prime un turismo de calidad, de alto valor añadido, desestacionalizado, que haga un uso eficiente y eficaz de las nuevas tecnologías, y que apueste por la formación de los trabajadores y la mejora de las condiciones laborales.
Para ello, indica que es necesario potenciar elementos como el patrimonio cultural e histórico de España, el paisaje, la biodiversidad o la gastronomía; repercutir beneficios empresariales en incrementos salariales de los trabajadores del sector, o desterrar la cultura de la externalización de servicios como vía para la precarización de las condiciones laborales.

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