España, de páramo a paraíso gastronómico con la explosión gourmet

  • Pilar Salas.

Pilar Salas.

Madrid, 10 abr.- No sólo la alta cocina española se ha revolucionado en las últimas cuatro décadas. En el país se ha producido una "explosión" de productos de gran calidad, con altas dosis de I+D en su desarrollo, cuya evolución ha podido comprobarse año a año en el Salón de Gourmets, que ahora celebra su 27 edición.

Cuando en abril de 1987 se inauguró esta feria de alimentación "delicatessen", sólo contaba con 62 expositores y recibió unos 7.000 visitantes; la que se clausura mañana en Madrid cuenta con 1.188 expositores, 30.000 productos -de los cuales más de mil son nuevos- y se calcula que habrán acudido unas 80.000 personas.

Así lo ha destacado hoy, en una entrevista con Efe, Francisco López Canís, presidente de Grupo Gourmets e impulsor de esta feria, quien también ha subrayado que "España se ha sabido adaptar a esta explosión de productos gourmets diversificándose, porque gourmet no solo es caviar, sino también un buen queso o una buena conserva".

Esta evolución también ha sido asumida por los consumidores, que ahora prefieren "comer menos pero de mayor calidad, tener una alimentación mejor dirigida", apunta.

De forma paralela, los productos nacionales han visto crecer año a año su demanda en el extranjero. A esta edición del Salón de Gourmets han acudido compradores de Alemania, Australia, Canadá, China, EEUU, Dinamarca, Francia, Holanda, Japón, Lituania, México, Nueva Zelanda, Panamá, Polonia, Rusia, Singapur y Suecia, además de españoles.

"Tiene buen cartel en el mundo los vinos, por excelente relación calidad-precio, el aceite de oliva virgen, los quesos -a pesar de que tienen fecha de consumo-, y las conservas cárnicas, de pescado y de hortalizas", apunta López Canís sobre los productos más exportados.

España tiene la ventaja de tener una despensa "tan variada y de tanta calidad que lo que se considera aquí normal, en el extranjero es gourmet", añade.

Con Europa en crisis económica y países como China, Japón, Australia y Nueva Zelanda en auge, la mirada de los productores de "delicatessen" de España se fija en ellos, aprovechando que "el mundo se está globalizando y ya no sólo se quiere comer lo que produce tu país, sino también lo de otros".

No obstante, López Canís reconoce que en materia de exportación España debe hacer "un ejercicio de penitencia" porque "no hemos sido muy agresivos comercialmente frente a otros países como Italia". A favor apunta que "cada vez se es más consciente de que, en paralelo a la aclamación internacional de nuestra cocina, nuestros productos tienen más demanda".

A la expansión internacional de los productos de calidad españoles ha contribuido el centro de negocios que, desde hace doce años impulsa el Salón de Gourmets y al que esta edición acuden "más de 60 compradores de los cinco continentes".

"Les concertamos citas con nuestros expositores y, si hay un problema de idiomas, les ponemos un intérprete. Nuestros expositores son pequeñas y medianas empresas a las que les cuesta desplazarse al extranjero y hacer negocios por sí mismos; por eso nosotros se lo ponemos en casa", refiere López Canís.

En la edición de 2012 el volumen de negocio generado ascendió a 197 millones de euros, cifra que califica de "muy significativa".

Por datos como ese, "más del 80 % de los expositores del Salón son repetidores, porque esta es una feria comercial, aquí se viene a hacer negocio y se consigue en un alto porcentaje".

Y ello pese a la situación económica actual, a la que el presidente de Grupo Gourmets encuentra un aspecto positivo: "La crisis ha venido bien porque ha incentivado y motivado a la gente para diversificarse", asegura.

También a la propia feria, que este año ha convocado el I Concurso GourmeTapa ante la proliferación de gastrobares que apuestan por este formato.

Y es que el Grupo Gourmets es "uno de los impulsores del desarrollo de la gastronomía española" desde que en 1976 publicó la revista Club de Gourmets, decana de la prensa gastronómica en España, como revulsivo al "cierto desinterés que existía por parte de los amantes de la buena cocina".

Dieron un paso más y organizaron las Mesas Redondas de la Gastronomía, encuentros entre chefs y periodistas, en la primera de las cuales participaron Paul Bocuse, Raymond Olivier, Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, entre otros.

Los dos cocineros españoles siempre han reconocido que ese fue el punto de partida de la revolución de la cocina vasca, que luego se contagió a la catalana y más tarde al resto del país.

"Se dieron cuenta de que tenían que evolucionar y pidieron una estadía a Bocuse en su restaurante en Lyon para ver lo que se cocinaba fuera", rememora López Canís, quien sostiene con orgullo que esta "pequeña e independiente empresa" que es Grupo Gourmets ha aportado "su grano de arena" en la conversión de España de un páramo a un paraíso gastronómico.

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