Los Pelayos vuelven a jugar

Por José Castán

Madrid, 15 dic.- La familia García-Pelayo, que se hizo famosa en los 90 por 'arrasar' en la ruleta de los casinos de medio mundo gracias a un sistema informático con el que consiguieron grandes sumas de dinero, quiere ahora formar un club, Los Pelayo Club, para conseguir botes millonarios en la Primitiva.

Esta familia, que fue popularizada en la película The Pelayos (Eduard Cortés, 2011), diseñó un método basado en el análisis estadístico, con grandes resultados primero en el Casino de Madrid, pero después dieron el salto a los casinos de medio mundo, incluido Las Vegas.

Ahora, el patriarca familiar, Gonzalo García-Pelayo, lidera este nuevo proyecto empresarial, junto a su hijo Iván, en lo que definen como una peña abierta a todos, con "unas peculiaridades" propias de esta familia.

No obstante, como remarcó Gonzalo García-Pelayo en una entrevista a EFEempresas.com, nadie tiene que pensar que se trata de "una fórmula mágica sino de un sistema inteligente" para conseguir premios, en la que se tendrán en cuenta distintos factores.

Este sistema se basa en jugar sólo cuando haya botes, hacerlo sobre los números "menos utilizados pero que tienen las mismas probabilidades" y ser un grupo lo más grande posible, lo que aumentará mucho las probabilidades de éxito.

A todos estos factores, este club añade un software propio con "su correspondiente algoritmo" que ayuda a una mayor probabilidad de acierto.

Gonzalo García-Pelayo precisó que si bien tiene el mismo número de probabilidades jugar a un número que a otro en la Primitiva, el premio puede ser muy distinto debido a que "la gente tiende a jugar números como los días del cumpleaños de su hijo o de un familiar".

De esta manera, aquellos números a partir del 31 se utilizan mucho menos y, por tanto, "dan más dinero".

También incidió en la importancia de sólo jugar en aquellos sorteos en los que haya bote, y en que cuantos más socios, "más posibilidades de éxito tendremos".

Lo ideal, señaló Gonzalo García-Pelayo, sería llegar a jugar una de las 15 millones de combinaciones que se realizan en la Primitiva, porque de esta manera "tendríamos una de cada quince probabilidades de ganar y así quitaríamos muchos titulares al señor Montoro".