Popbar, la última moda dulce en Nueva York

  • Artesanales, sin conservantes, sin gluten y completamente customizables. Los helados "con palito" conquistan la Gran Manzana y se convierten de la mano de dos europeos en la moda dulce del momento.
PopBar
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lainformacion.com
Alessia Cisternino

Llevan abiertos nada más que un mes y cada día producen en su laboratorio entre 700 y 1000 helados "con palito" que, poniendo materias primas de primera calidad y fantasía allí donde antes había conservantes y gustos masificados, revolucionan por completo la idea de esta variante más moderna y callejera del helado.

"Como europeos mi socio y yo" explica Reuben BenJehuda, italiano afincando en Nueva York y cofundador junto con el alemán Daniel Yaghoubi de la heladería Popbar, "nos sorprendíamos de que en Estados Unidos no se podían comer los helados con palito. Queríamos iniciar a los neoyorkinos a algo divertido y fácil de comer y pensamos que algo así podía tener éxito porque se trataba de algo auténtico y fresco, hecho con ingredientes naturales de primera calidad".

Y los hechos, por lo menos de momento, parecen darles la razón, ya que esta pequeña heladería con laboratorio a vista – que ocupa una abarrotada esquina del West Village neoyorkino – se ha convertido en muy poco tiempo en una etapa obligatoria para alrededor de 600 "popadictos" que cada día visitan este lugar en busca no sólo de un buen helado, sino de su propio helado personalizado.

Hay doce gustos básicos para los popGelato – entre ellos, chocolate, vainilla, café, coco y avellanas y pistachos provenientes directamente de Italia; luego están los popSorbetto hechos solamente con agua y fruta fresca como limón, naranja, mango, frutos rojos, melocotones, piña y fresas y finalmente los popYogurt con tres sabores básicos: yogur normal, de mango y de fresa. Pero la idea es que cada uno elija, a parte de la tipología y del gusto, también sus "toppings" (es decir lo que va encima) entre almendras, café y galletas entre otros y sus "dippings", un baño final a elección en chocolate negro, blanco o de leche.

Para todos los gustos

Los popbar son 100% kosher, sin gluten, sin conservantes, sin colorantes y sin aditivos. Algo que los helados "con palito" al que estamos acostumbrados, por estar producidos a gran escala y por estar destinados a durar meses en el congelador, no pueden tener. "Los ingredientes son clave" sigue Reuben, "utilizamos sólo ingredientes de primera calidad y cada cliente puede crear sus propios gustos. Esto hace que cada popbar sea único".

El precio de cada popbar puede variar desde 3.75 hasta 4.50 dólares y pese a que los "toppings" y los "dippings" se pagan aparte, estos helados artesanales no dejan de ser asequibles como lo es por ejemplo un hot dog, el rey del street food estadounidense, del que los popbar parecen ser el complemento perfecto. "Los popbar son algo que un neoyorkino puede disfrutar andando por la calle, son ideales a cada hora del día y de la noche. Se adaptan perfectamente a la típica costumbre de Nueva York de los tentempiés rápidos, con la única diferencia que estamos utilizando productos de calidad", dice Reuben.

Cuanto a la posibilidad de que los popbar puedan convertirse en el último trend gastronómico de la Gran Manzana, Reuben no tiene dudas. "Popbar no se parece a ninguna otra cosa en Nueva York". Ingredientes frescos, elaboración artesanal, unicidad y exclusividad. Lo que pasa en la alta cocina, según parece, pasa también en la comida callejera. Y con los mismos resultados tanto en términos de éxito para quien vende cuanto de alegría y de disfrute para quien compra. Hacer las cosas bien y con un poco de fantasía siempre trae algo bueno y, en este caso, también dulce.

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