¿Por qué Cristiano Ronaldo es el futbolista más limpio del mundo?

  • MADRID, 6 (CHANCE) Raro es el día que Cristiano Ronaldo no comparte en las redes sociales un selfie. Con camiseta, sin camiseta, con gorra, acompañado por el pequeño Junior... ¡Está claro que está encantado con su físico! Pero lo que desconociamos hasta ahora es que además de ser un chico coqueto, apasionado de las cremas y los tratamientos de belleza , el futbolista es también muy pero que muy limpio.

MADRID, 6 (CHANCE)

Raro es el día que Cristiano Ronaldo no comparte en las redes sociales un selfie. Con camiseta, sin camiseta, con gorra, acompañado por el pequeño Junior... ¡Está claro que está encantado con su físico! Pero lo que desconociamos hasta ahora es que además de ser un chico coqueto, apasionado de las cremas y los tratamientos de belleza , el futbolista es también muy pero que muy limpio.

"Os voy a enseñar una parte de mi casa en donde paso el veinte por ciento de mi día", ha comentado en el vídeo de su spa casero que ha compartido en su cuenta de Twitter. ¡Pues sí que pasa tiempo el jugador del Real Madrid en remojo!

El recinto no es más que otro alarde de ostentosidad, como también lo fue hace unos meses su casa, del astro portugués. A Cristiano se le van las horas chapoteando en el jacuzzi, relajándose en la sauna y haciendo unos largos en la piscina interior. Pero eso no es todo porque el espacio también cuenta con una bañera con hidromasaje y una estancia con vistas al jardín y muchas teles para ver el fútbol (o los documentales de la 2, a saber).

"Adoro este lugar, aquí paso dos horas al día, vengo con Cristiano o con amigos", cuenta el futbolsta. ¡Y no nos extraña porque no le falta detalle!

No es la primera vez que Cristiano Ronaldo abre las puertas de su casa. En diciembre, aprovechando que se acercaba la Navidad, le regaló a sus seguidores una visita guiada (en vídeo) por su humilde morada en la Finca a la que no le faltaba detalle.

El portugués no escatimó en gastos para decorarla. ¡Está repleta de piezas icónicas de la historia de la arquitectura y del interiorismo! Dos butacas de Eames, de los años 50, una blanca que está valorada en 7.239 euros y otra negra, de 6.868, una lámpara de Louis Poulsen en el salón, que cuesta 7.000 euros. ¡Y eso que no enseñó todo, el día que lo haga..!

Mostrar comentarios