Sebastián Álvaro exhibe en Zaragoza fotografías hechas "en el fin del mundo"

Zaragoza, 22 feb.- El aventurero y documentalista Sebastián Álvaro ha presentado hoy en Zaragoza una colección de fotografías hechas en expediciones que le han llevado a inhóspitos parajes helados, vertiginosas cumbres o desiertos ardientes sin vida, y que ha agrupado con el título "El mundo en el fin del mundo".

Álvaro, acompañado por el general comandante militar de Zaragoza y Teruel, Francisco José Gan, ha explicado que sus imágenes, que se exhibirán hasta el 5 de marzo en la sede de la antigua Capitanía, muestran la grandiosidad de los paisajes desolados, "un mundo antes del hombre que seguramente seguirá así después del hombre", ha resaltado.

Después de más de treinta años de expediciones a los confines de la tierra, el creador del programa televisivo "Al filo de lo imposible" muestra imágenes de lugares donde ha hollado sus pies, como la mítica cumbre del Cerro Torre, los desiertos de Atacama, Libia o Qinhai, la Antártida o el Karakorum.

Se trata de representaciones de un mundo vertical que mira hacia el abismo, de paisajes casi abstractos donde la figura humana se ve empequeñecida por la inmensidad de los espacios abiertos o de caminos imposibles apenas transitados.

Según su autor, no son sólo instantáneas de momentos puntuales hechas en lugares "absolutamente conmovedores", sino que buscan compartir "sentimientos, emociones y valores en los que creemos".

Para Álvaro, la palabra "aventurero" ha caído en desprestigio desde el siglo XVI, periodo de la historia en la que, con grandes viajes como la vuelta al planeta por Magallanes, cambió el mundo y se abrió a una primera globalización, ha añadido.

Así, ha ironizado al advertir que una acepción del diccionario español se refiere al aventurero como "hombre sin oficio ni profesión que vive a costa de las mujeres", algo que, ha bromeado, intentó "sin éxito" en el pasado.

Álvaro ha explicado que, aunque a lo largo de los años su mayor ocupación se centró en el rodaje de las expediciones de "Al filo de lo imposible", su mayor afición era la fotografía.

Considera, sin embargo, que este programa de televisión "sirvió" para recuperar el espíritu de los aventureros de finales del XVIII y principios del XIX, que hicieron del viaje una forma de vida.

"Probablemente -ha añadido-, a nosotros nos robaron una parte del siglo XIX, la industria, la ilustración, la aventura o el alpinismo, y 'Al filo de lo imposible' sirvió para recuperar parte de eso".

El general Francisco José Gan, que coincidió hace treinta años con Álvaro en el campamento base avanzado del Shisha Pangma, en el Tíbet, ha elogiado la "lealtad" del documentalista y su intento de volver al espíritu de los viejos montañeros, "el de que no vale todo para conquistar una montaña", ha resaltado.