Moda 

El arte de fabricar maniquíes: la fusión de las grandes marcas

  • La firma italiana Bonaveri ha adquirido la marca inglesa de maniquíes Rootstein, convirtiéndose en líder mundial de un sector clave para la moda.
Bonaveri
Bonaveri
Bonaveri

Un momento del perfilado del rostro de la modelo Joan Nelumle.

La empresa Bonaveri, con sede en Italia, líder en el sector de maniquí de alta gama, adquiere las marcas Adel Rootstein y Rootstein Display Mannequins, que se establecieron en Londres en la década de 1950 y fueron luego adquiridas por la japonesa Yoshichu Mannequin Company, en 1992.

Bonaveri ha adquirido una marca que hizo historia en el sector del maniquí. Rootstein es una leyenda del mundo de la moda. Fundada en Londres en 1956 por Adel Rootstein, la marca se mostró de inmediato como una empresa capaz de capturar y representar al espíritu de la época. Las colecciones de Rootstein son las más realistas jamás concebidas: por primera vez, la inspiración para los maniquíes vino directamente de las calles y las It Girls (Twiggy, Pat Cleveland, Joan Collins, Jerry Hall, Jasmine Le Bon, Sandie Shaw).

Rootstein
Las colecciones de maniquíes Rootstein, modulados por el escultor John Taylor, son las más realistas jamás concebidas.

La excepcional colección de modelos, dibujos, estudios de figuras y moldes en el Archivo Rootstein decidió la adquisición de Bonaveri. Para Andrea Bonaveri, CEO de la compañía, Rootstein es un hito en la evolución de los maniquíes, el primero en dar forma a la estética contemporánea, inspirada en modelos y figuras de la vida real que encarnaban perfectamente el espíritu de la época. “Con esta adquisición, hacemos realidad un sueño”.

La compra de Rootstein forma parte de una estrategia de agregación de marca dirigida a desarrollar sinergias de crecimiento tanto de marca como de dimensión. Rootstein se distribuirá a través de la red mundial de Bonaveri, con oficinas en Nueva York, Londres, París, Dusseldorf, Ámsterdam, Amberes, Zúrich, Atenas, Singapur, Hong Kong, Tokio, Melbourne, Milán y Shanghái.

Sandie Shaw

La cantante Sandie Shaw posa junto a los maniquíes inspirados en su figura.

Las colecciones Rootstein, modeladas por el escultor John Taylor, son las más realistas jamás concebidas, replicando fielmente las características del modelo, como si el escultor hubiera escaneado los cuerpos a la perfección. En el verdadero estilo de Rootstein, las caras y el maquillaje demuestran ser tan importantes como el cuerpo en sí, capturando el ‘modelo congelado’, el aspecto característico de Adel Rootstein.

Las colecciones de Bonaveri abarcan ahora todo el espectro simbólico y funcional del maniquí estilizado y sartorial. Rootstein es históricamente el líder en el maniquí realista, un tipo de mercado que le faltaba a Bonaveri, que ahora, gracias a esta adquisición, completa la gama de la compañía. En febrero de este año, con motivo de Euroshop, la feria trienal de merchandising visual y maniquíes, se lanzará la primera nueva colección Rootstein, reimpresa por Bonaveri. Una línea realista y contemporánea que complementará las colecciones más icónicas y sugerentes de Schlappi y Sartoriale/artesanal.

Pat Cleveland

El escultor John Taylor trabaja en el maniquí basado en la modelo Pat Cleveland.

A principios de la década de 1970, Rootstein se propuso encontrar inspiraciones de modelos que poseían un encanto único y magnético y que representaban un significado tanto cultural como estético. Marie Helvin, novia del fotógrafo de moda David Bailey, la pionera modelo japonesa Sayoko, la modelo estadounidense Tina Chow y la legendaria Pat Cleveland, son las principales figuras de esos años. Los modelos de los años 80 reflejan el deseo de glamour, encanto y poder: el deseo decadente encarnado en figuras como las de la actriz Joan Collins o la modelo Dianne Brill, mientras que las siluetas masculinas se inspiraban en hombres elegidos en la calle. En los 90 surgieron las colecciones dedicadas a Yasmine Le Bon, y ya en los 2000 a las modelos Erin O’Connor y Coco Rocha.

Twiggy

El hito que supusieron en los 60 los maniquíes basados en la célebre Twiggy.

Hoy, Bonaveri es sinónimo de maniquíes de excelencia, y donde quiera que viva la moda de calidad, en una tienda, en un museo, en un escenario, hay maniquíes de Bonaveri. Gracias a la gran capacidad de fabricación de la compañía, combinada con una visión estudiada del sentido de la forma, Bonaveri ha podido acompañar el amanecer, la definición y la afirmación de la industria de la moda. En la actualidad, Bonaveri produce aproximadamente 20.000 maniquíes al año, divididos en los maniquíes artísticos de Bonaveri, Schläppi y B de las líneas Bonaveri, donde se encuentran la investigación estética, la artesanía y la innovación.

Bonaveri
Diversos momentos del proceso de fabricación de los nuevos maniquíes de Bonaveri en la ciudad de Renazzo di Cento, en Ferrara, Italia.

La sede de la empresa es un viaje al mundo de la automatización y la inspiración que incluye tanto laboratorios de última generación, donde se realiza el escaneo digital de cuerpos, como un estudio de escultura que evoca el espíritu de un taller renacentista, con escultores que modelan arcilla y yeso para crear figuras.

En 2016, Bonaveri se convirtió en la primera compañía en el mundo en presentar un maniquí biodegradable, desarrollando un nuevo bioplástico, el BPlast, un polímero de base biológica compuesto por un 72% de derivado de caña de azúcar, tratado con pinturas BPaint: una gama de pinturas hechas exclusivamente con pigmentos y solventes naturales.

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