5 De junio de 1977: Constitución y consenso, una forma de gobernar

  • Unión de Centro Democrático (UCD), el partido que lidera Adolfo Suárez, gana las elecciones convocadas para elegir Cortes, aunque sin mayoría absoluta.

Paco Torralbo

Madrid, 21 mar.- Unión de Centro Democrático (UCD), el partido que lidera Adolfo Suárez, gana las elecciones convocadas para elegir Cortes, aunque sin mayoría absoluta.

Enseguida, el presidente del Gobierno convocará a los partidos políticos a negociar los que se llamaron "Pactos de la Moncloa", acuerdos políticos y económicos.

Se intentaba poner remedio a una situación económica descontrolada, con una inflación superior al 30 por ciento y un paro que crecía incontenible.

Y, en lo político, ir anticipando reformas destinadas a acabar con algunos de los residuos del franquismo más incompatibles con una democracia.

Los acuerdos fueron firmados por todos los partidos importantes, salvo Alianza Popular, que no firmó el político.

Todo esto, acompañado de un salto espectacular del terrorismo, que si en 1975 había asesinado a 29 personas, en 1976 a 22 y en 1977 a 31, pasó a provocar 90 muertes en 1978.

Y un "run-run" continuo de golpe de Estado, con la "Operación Galaxia" como punto culminante. Esta conspiración ultraderechista, en la que participaron el capitán de infantería Ricardo Sáenz de Ynestrillas y el teniente coronel Antonio Tejero, pretendía asaltar La Moncloa, detener a Suárez y formar un "gobierno de salvación" nacional.

Los Pactos de la Moncloa fueron una buena muestra del espíritu de integración que acompañó el modo de gobernar de Suárez. Ese espíritu integrador tendrá su formulación definitiva en el "consenso", que presidió la negociación de la nueva Constitución y que simbolizaron las maratonianas reuniones de los número dos de UCD y del PSOE: Fernando Abril Martorell y Alfonso Guerra.

Suárez había renunciado a imponer un texto, para el que tenía mayoría suficiente con los votos de UCD y AP, a fin de lograr que la mayoría de las fuerzas políticas se sintieran comprometidas con la nueva Constitución.

Ya lo había anunciado así en el discurso electoral previo, aquel famoso "puedo prometer": "Puedo prometer, y prometo, intentar elaborar una Constitución en colaboración con todos los grupos representados en las Cortes, cualquiera que sea su número de escaños".

Este espíritu convierte a España internacionalmente en modelo de cómo pasar de una dictadura a una democracia.

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