Herencia

¿Qué es un testamento ológrafo? Requisitos para que sea válido

Los testamentos ológrafos son aquellos que se redactan sin la presencia o la ratificación de un notario, por lo que deben cumplir unas características para que sean aceptados.

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Los testamentos ológrafos son válidos sin notario
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Aunque no siempre es necesario, es muy aconsejable dejar redactado un testamento de cara a la herencia para indicar claramente qué es lo que queremos que suceda con nuestra masa patrimonial una vez que hayamos fallecido. No son temas agradables de hablar ni gestionar para nadie, pero es necesario enfrentarse a ellos para evitar problemas o incluso conflictos familiares a posteriori. 

Por norma general, es necesario contar con la presencia de un notario para redactar un testamento y certificarlo de manera que sea válido legalmente y de cara a los herederos. Sin embargo, existe una opción para dejar escrito un testamento sin la presencia de esta figura. 

Los testamentos ológrafos son aquellos que no requieren ni de la presencia ni de la supervisión de un notario para que sean válidos legalmente. A cambio, tienen que cumplir con una serie de características y especificaciones recogidas en el Código Civil para evitar fraudes o intentos de manipulación.

Requisitos y características de un testamento ológrafo

Hay que tener mucho cuidado y ser precio a la hora de redactar un testamento ológrafo. Los requisitos que hay que cumplir para mantener su validez empiezan por la propia persona que redacta el documento, que deberá ser mayor de edad. Obviamente, quien redacta este testamento debe ser el propio testados, que deberá escribirlo a mano y de su puño y letra. 

En el documento se deberán indicar, sin pérdida, la fecha y la hora de la redacción del testamento, al igual que el lugar en el que se están expresando las últimas voluntades. Al final del texto no puede faltar la firmar del testador

Una vez que este ha acabado de escribir el testamento, el documento de deberá guardar en un sobre o similar, de manera que cuando vaya a recuperarse no haya marcas, huellas dactilares o signos de manipulación de ningún tipo o que si las hay sean fácilmente identificables. Si se encuentran señas de manipulación del testamento a posteriori de su redacción y cierre, este se podría acabar anulando. 

En este sentido, no se podrá ni escribir, ni modificar, ni ampliar nada en el testamento una vez que esté firmado, ya que entonces perdería toda la validez posible. Respecto al idioma de redacción, es aceptado el idioma materno del testador o testadora. Es decir, que, aunque estemos en España, es posible escribir el testamento ológrafo en otra lengua que no sea el castellano. 

Cuando fallezca el testador, se abrirá el documento ológrafo para su lectura. Se podrá cuestionar la validez del documento ante un juez si alguno de los herederos o de las partes implicadas sospecha que ha podido haber algún tipo de manipulación. En este caso, será responsabilidad de un perito practicar las pruebas pertinentes que permitan dirimir la cuestión.

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