Esta es la doble función de la cláusula Socini en las herencias y el testamento

Los testamentos no dejan de ser documentos que dan cuenta de actos jurídicos y que, para ser válidos, tienen que cumplir una serie de requisitos o condiciones. De igual manera, aunque parezcan un papeleo fácil para dejar las cosas organizadas entre los herederos existentes, también pueden contener cláusulas, condiciones o requisitos de los que nunca hemos oído hablar, aunque sean comunes. 

Por ejemplo, una cláusula que tiende a aparecer con bastante regularidad dem los testamentos y que, sin embargo, es desconocida entre la gente no versada en esta área del derecho civil es la conocida como cláusula Socini, que puede entenderse como una condición o una sanción impuesta para los herederos o cualquier otro tipo de beneficiarios de la herencia por el testador, quien redacta el testamento. 

Es una cláusula testamentaria por la que el testador puede dejar a los herederos un valor superior a su herencia legítima siempre que se cumpla una condición o una prohibición o, al menos, así lo entienden en los despachos de abogados y notarios, ya que no es un mecanismo que esté regulado como tal en el Código Civil. 

Cómo se usa la cláusula Socini

¿Cómo se sabe cuándo y cómo se puede utilizar la cláusula Socini, entonces? Gracias a la jurisprudencia, es decir, a las sentencias emitidas por el Tribunal Supremo al respecto que determinan que, en caso de que exista esta cláusula en el testamento, los herederos forzosos pueden o bien aceptar la disposición del testamento y recibir un valor superior al que le corresponde como herencia legítima o bien rechazar esta disposición testamentaria y recibir la parte que pertenece de forma exclusiva a la legítima estricta.

En estos términos, hay que tener en cuenta que la herencia legítima es la parte reservada por ley a los herederos forzosos y que siempre se debe respetar a no ser que algunos de ellos sean desheredados explícitamente (puedes consultar aquí los supuestos).

Las dos funciones de la cláusula Socini

Así pues, la primera función de la cláusula Socini es establecer que otra persona pueda disfrutar de la masa patrimonial hasta que toque el turno a los herederos forzosos de tomar cargo de estos bienes. Hay que redactar o reflejar en el testamento esta condición, de manera que quede clara su redacción y su aplicación entre todos los destinatarios del testamento. 

Por ejemplo, en el caso de que el testador tengo un cónyuge y este le sobreviva, el primero puede redactar una cláusula para que su pareja, a condición de hacer inventario de los bienes y prestar fianza, pueda disponer del usufructo universal de los bienes hasta su fallecimiento. A cambio de permitir que el cónyuge disponga de los bienes, los herederos legitimarios recibirán, al fallecimiento de este, una parte de la herencia mayor de la que les hubiera correspondido como legítima.

La segunda función de la cláusula Socini redactada en un testamento es prohibir que los herederos o usufructuarios acudan a los tribunales. El testador tiene la capacidad de imponer este hecho a los herederos y legatarios para, a través de la cláusula Socini, establecer la prohibición a los herederos de acudir a la vía judicial para solucionar problemas relacionados con la partición de la herencia.

Pese a esta condición, si alguno de los herederos legitimarios considera que la repartición no es justa o no están a favor de permitir que el cónyuge vivo disfrute de los bienes, siempre tiene la posibilidad de llevar a cabo acciones legales en su defensa. Eso sí, siempre entendiendo que será una disputa por su herencia legítima estricta, ya que como consecuencia perderá el resto de los bienes legados a su persona en el testamento al haber roto lo establecido por la cláusula Socini.