La fallida conquista de Irán: las empresas españolas, esquivas a invertir en Persia

  • Las recientes revueltas en las principales ciudades iraníes devuelven al foco un país con un potencial económico de 80 millones de habitantes.
Irán conmemora la revolución de 1979 con la mirada puesta en Túnez y Egipto
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Un 'road show' al más alto nivel. Más de medio centenar de empresas y tres ministros viajaron a Irán en septiembre de 2015 con el objetivo de convencer a los altos cargos persas de las bondades de la economía española a la hora de aumentar la inversión y las relaciones comerciales aprovechando el levantamiento de las sanciones. Más de dos años después, las relaciones comerciales han mejorado pero sin disparar los proyectos empresariales de gran calado. Al mismo tiempo, las recientes revueltas vuelven a poner en el punto de mira la inestabilidad de un país habitado por más de 80 millones de personas.

La repercusión de ese viaje no fue trascendente. En la lista de compañías invitadas a esa escala diplomática figuraban algunos de los grandes nombres del empresariado español como Repsol, ACS, Indra, OHL, Sacyr, Antolín, Hotusa, Isolux o Talgo, además de empresas públicas como Ineco y Paradores. Junto a ellas, tres de los ministros que, entonces, más peso tenían en el Gobierno de Mariano Rajoy: José Manuel García-Margallo, Ana Pastor y José Manuel Soria.

Ninguna de esas grandes empresas ha puesto en marcha proyectos millonarios en ese mercado, donde las inversiones previstas hace dos años se estimaban en 350.000 millones de dólares (unos 291.000 millones de euros al cambio actual). A día de hoy, sólo seis empresas españolas están establecidas formalmente en ese país, según las estadísticas recopiladas por el Icex. Entre ellas, el fabricante de cerámic Keraben o el grupo industrial Tubos Reunidos, presente en Teherán con un negocio vinculado a la nanotecnología.

Las relaciones comerciales si han mejorado. En 2016, el año del levantamiento de las sanciones, las exportaciones de productos españoles a Irán pasaron de 230 a 364 millones de euros. Casi su totalidad, 306 millones, fueron productos industriales. En cambio, las importaciones (gas y crudo) se multiplicaron por cinco y superaron los 902 millones de euros. Una cifra que casi es la quinta parte de todo lo que importó la Unión Europea de Irán durante ese año: 5.500 millones de euros según Eurostat. El club europeo sólo es el quinto socio comercial de Irán (6%). Está lejos del 23,6% de Emiratos Árabes; y del 22,3% de China.

Gas y petróleo

Aumetan las importaciones energéticas con España dado que Irán alberga las segundas mayores reservas de gas del mundo y las terceras de petróleo de la OPEP (por detrás de Venezuela y Arabia Saudí). Sin embargo, grupos energéticos españoles como Gas Natural Fenosa o Repsol no mantienen inversiones directas en ese mercado.

Tampoco las grandes constructoras se han lanzado a pujar por proyectos. "La inseguridad jurídica sigue siendo muy alta y siguen faltando garantías que sí existen en otros mercados de la zona", indica una de las compañías presentes en el 'road show' de hace dos años. También ha habido proyectos fallidos en la dirección contraria, como la construcción de una refinería con capital iraní en Huelva o Cádiz.

El presidente iraní, Hassan Rohaní
El presidente de Irán , Hassan Rohaní.

Una de las pocas excepciones de proyectos 'made in Spain' en el país presidido por Hassan Rohaní es Tubacex. El grupo industrial firmó el pasado mayo un contrato con la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC, en sus siglas en inglés). A cambo de 630 millones de dólares (523 millones de euros) se comprometía a fabricar 600 kilómetros de tuberías para modernizar las infraestructuras energéticas en el país.

Adolfo Domínguez, Pronovias, Telepizza

Más allá del terreno industrial, la presencia de España en la economía iraní se centra en el comercio. Telepizza abrió en junio el primer local bajo su enseña en la capital iraní. Pero no iba sola en este desembarco, porque la pizzería es fruto de un acuerdo con un franquiciado local, Momenin Investment Group.

El textil es uno de los segmentos con mayor presencia. El grupo gallego Adolfo Domínguez cuenta con cuatro establecimientos (dos en Teherán, además de Isfahán y en Jorasan Razavi); también está presente la cadena de trajes de novia Rosa Clará, con dos tiendas en la capital; y su competidora Pronovias.

"Estamos deseando trabajar juntos, caminar juntos para un mejor desarrollo y mayor felicidad de nuestros pueblos", aseguró el exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en el viaje de otoño de 2015. Esta semana, las revueltas por la falta de reformas económicas y políticas, han provocado más de una veintena de fallecidos y alejan ese objetivo de prosperidad.

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