Cómo la inteligencia artificial permite a Gmail contaminar hasta 20 veces menos

  • Isaac Hernández, country manager de Google Cloud en España y Portugal, explica el plan de la compañía con el  que quiere liderar la sostenibilidad.
El 'email' es la principal vía de comunicación en el mundo laboral. / Pixabay
El 'email' es la principal vía de comunicación en el mundo laboral. / Pixabay

Google alcanzó en 2017 la condición de empresa 100% renovable, después de comprar en total más energía limpia de la que consumió en ese año. Desde ese momento, una de las preocupaciones de la compañía pasa por proyectos destinados a la mejora medioambiental, con iniciativas como un servicio de control de la calidad del aire en San Francisco a través de un sistema de lectura de los niveles de CO2 implementado en sus coches de Street View que mapean constantemente la ciudad. O la mejora de la eficiencia de los servidores de correo de la compañía, hasta el punto de ser capaces de "reducir el gasto energético en 20 veces", como apunta a 'La Información' Isaac Hernández, country manager de Google Cloud en España y Portugal.

"Una de las cosas que nos diferencia en Google es que somos neutrales desde el punto de vista de emisiones desde hace ya algún tiempo. Pero es que, además, somos el mayor comprador de energía verde del mundo", señala Hernández. Desde la compañía precisan que "esta energía proviene de granjas eólicas y solares construidas específicamente para Google. Actualmente tenemos contratos para adquirir tres gigavatios (3GW) procedentes de proyectos de energía renovable, lo que supone que ninguna empresa compra más energía verde que nosotros. Además, estos contratos han generado más de 3.000 millones en nuevo capital inversor en todo el mundo".

Una de las consecuencias más visibles son los servidores de correo electrónico, los cuales almacenan todos los emails que se mandan diariamente en todo el mundo, alrededor de 293.000 millones. El objetivo de Google es hacerlos lo más eficientes posibles. "Lo tenemos muy medido y, desde un punto de vista del gasto energético, solo se gasta un 5% de energía si el correo electrónico está en la nube de Google respecto a si está alojado en tus propios servidores. Esto significa reducir el gasto energético en 20 veces", detalla Hernández.

Para lograrlo, Hernández señala que la clave es "distribuir la carga" de los correos en distintos servidores. La otra pasa precisamente por la nube: "Desde el año pasado, hemos conseguido sensorizar los 'data centers' y, a través de inteligencia artificial, hemos conseguido reducir un 40% los costes de climatización". En este sentido, explica que "en los 'data centers' se usa un ratio llamado Power Usage Effectiveness (PUE), que mide cuánto se queda por el camino cuando pasas de vatio de electricidad a vatio de computación. Cuando miras los ratios PUE de Google, somos líderes mundiales, con un 1,10. En otros 'data centers', ese PUE es de 2,00, que significa que acabas gastando dos vatios por cada vatio de computación".

Esto implica también una reducción proporcional en las emisiones de CO2, ya que aunque las nuevas tecnologías suponen la base del ecosistema digital, a priori limpio, en el que viviremos las próximas décadas, también tienen un coste para el planeta. Según Cleanfox -una startup que ha creado una aplicación que te permite vaciar tu bandeja de entrada de forma sencilla-, almacenar indiscriminadamente los emails que recibes es mucho más contaminante de lo que pensamos: nada menos que 10 gramos por cada correo electrónico que no borramos. Para quienes nos suscribimos a newsletters que no abrimos jamás o para quienes padecen el llamado 'Síndrome de Diógenes digital' -cuyo síntoma principal es no borrar ningún email o archivo que reciben-, esta noticia puede ser devastadora, pues estamos contribuyendo sin saberlo a la emisión de unas 1.000 millones de toneladas de CO2 al año.

El cloud, base para la eficiencia de grandes empresas y pymes

Durante el Google Cloud Summit, celebrado esta semana en Madrid, muchos de los partners de Google, como Capside u Open Sistemas, explicaron casos de uso de los servicios de la 'nube', desde el machine learning a la automatización. "En la mayoría de los proyectos nos gusta que haya un partner involucrado, porque al final son ellos los que hacen la formación, la integración, la migración...", reconoce Hernández.

Por eso, la mayoría de los partners trabaja con grandes empresas o con pymes, uno de los sectores que más han empezado a utilizar este año servicios derivados de Google Cloud. "El 60% de las empresas del Ibex ya utilizan nuestras tecnologías. Pero para las pymes es todavía más obvia esta necesidad porque, si lo simplificas, los departamentos de informática de la pequeña y mediana empresa son pequeños y, por lo tanto, su capacidad de proteger la información o de sacarle el máximo provecho está muy limitada", señala Hernández.

Uno de los mayores ejemplos de la autonomía de la que Google Cloud quiere dotar a sus partners es el aprendizaje de la IA. "Este año hemos empezado con modelos de 'machine learning'. Se trata de democratizar el acceso a la inteligencia artificial", explica Hernández. Una de las novedades de este año es el Auto ML Vídeo, un paso más en el aprendizaje personalizado de la IA que permite, por ejemplo, que una empresa de seguridad configure una serie de patrones para que una máquina, en un circuito cerrado de vídeo, detecte anomalías y descarte elementos visuales que se repiten (caras, vehículos, etc.).

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