Cuánto dinero tienes que tener para que los bancos te empiecen a considerar rico

  • Hay una línea que distingue  a alguien verdaderamente rico: el montante a partir del cual la banca privada te considera un buen cliente
Para ser rico hay que tener más dinero del que parece / Pixabay
Para ser rico hay que tener más dinero del que parece / Pixabay

Pablo Iglesias e Irene Montero se han comprado un chalet de 600.000 euros y hay quien les acusa de haberse confundido de bando. ¿Son los líderes de Podemos nuevos ricos o solo les ha jugado una mala pasada la hemeroteca?

En parte, considerar a alguien rico es subjetivo. En Silicon Valley con un salario anual de 160.000 dólares, seis veces más que el sueldo medio de España, es difícil, incluso, criar una familia. Pero sí hay una línea que separa a alguien verdaderamente rico de un burgués cualquiera: el montante a partir del cual la banca privada te considera un buen cliente.

Y, como explica Suzanne Woooley en Bloomberg, hay una cifra que abre (casi) todas las puertas: un patrimonio invertible a partir de los 25 millones de dólares. Solo entonces, asegura, empiezas a ser rico. “Para la mayor parte del planeta, 25 millones de dólares representan una riqueza incomprensible”, apunta Wooley. “Para los banqueros privados de la élite, es la cifra a partir de la cual comienzan sus servicios más básicos”.

Ser millonario ya no significa nada: para estar en la élite hay que ser multimillonario. No es que la banca privada no trabaje con patrimonios de “solo” unos pocos millones, pero como explica a Bloomberg Brent Beardsley, que lidera el Boston Gonsulting Group, “para obtener el nivel más alto, las empresas han elevado el listón”.

Ser rico ya no es lo que era

La desigualdad no solo está aumentando entre pobres y ricos, también entre ricos y súper ricos. Los CEO de las mayores compañías estadounidenses ganan, de media, 15 millones de dólares al año, cerca de 300 veces más que el trabajador medio, una cifra que se ha multiplicado casi por 15 desde 1975, cuando su salario medio no superaba los 1,2 millones. Y lo mismo ha ocurrido en términos patrimoniales

Jeff Bezos y el Tío Gilito / DonkeyHotey, Disney
Jeff Bezos y el Tío Gilito / DonkeyHotey, Disney

La cifra a partir de la que se considera rico a alguien ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas. En 1994, cuando Peter Charrington, director global de Citi Private Bank, se unió por primera vez a la firma, “tres millones se consideraban en gran medida como un patrimonio neto ultra alto en toda la industria”, asegura a Bloomberg. “25 años después, 25 millones es la forma en que definimos el valor neto ultra alto”.

Y ¿qué hacen los ricos con tanto dinero? Sencillamente, ganar más dinero. A eso precisamente de dedican la banca privada especializada en gestionar grandes fortunas. Contar con activos invertibles de al menos 25 millones de dólares brinda acceso a ofertas públicas iniciales, y tener al menos 5 millones de dólares en inversiones permite participar en ofertas privadas. Pero, además, a partir de cierta cantidad se abren las puertas de un ambiente social al que muy pocas personas tienen acceso: cenas de gala, encuentros de filántropos y todo tipo de eventos que permiten a la clase pudiente hacer networking de alto copete.

Las empresas para las que 25 millones es poco dinero

Pero, si bien una fortuna de 25 millones de dólares abre muchas puertas no las abre todas. Abbot Downing, la marca de Wells Fargo para familias ultra ricas, trabaja con clientes que tienen al menos 50 millones de dólares en activos invertibles o 100 millones en valor neto. Su equivalente en US Bank, Ascent Private Capital Management, empieza a trabajar a partir de un valor neto de 75 millones de dólares.

Estas empresas no solo gestionan la cartera de inversiones, ofrecen a las familias estrategias para gestionar su patrimonio a lo largo del tiempo, establecer misiones filantrópicas y crear una “cultura de familia”. Curiosamente, estas firmas emplean a historiadores que se encargan de poner negro sobre blanco el legado familiar y transmitirlo a los descendientes.

No son el último recurso de los más ricos. Como explica Woolley, con varios cientos de millones de dólares, tiene más sentido abrir una oficina unifamiliar. A medida que algunas fortunas alcanzan entre 500 y 1.000 millones o más, los clientes suelen establecen sus propias oficinas, aunque sigan recurriendo a los bancos. Son los ricos entre los muy rico

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