Desconectar de su trabajo

El negocio de una exenfermera con el que gana más de 100.000 euros al año

Helena Faustin consiguió duplicar sus ingresos con un trabajo secundario. En un principio optó seguir su gran pasión por la cocina y abrió un blog que más tarde derivó en un canal de YouTube.

Helena Faustin, dueña del blog 'The Nurse That Can Cook'
Helena Faustin, dueña del blog 'The Nurse That Can Cook'
The Nurse That Can Cook

Combinar dos trabajos puede ser todo un reto, especialmente sin son muy exigentes. Sin embargo, cuando se trata de una gran pasión, el esfuerzo extra diario para sacar adelante un proyecto personal merece la pena. Elena Faustin es una joven estadounidense con raíces caribeñas que, aunque se dedica al mundo de la enfermería, decidió apostar seguir un hobby que tenía desde los 15 años y desde hace cuatro años publica sus mejores recetas en Internet.

Gracias a sus orígenes, todos sus platos están llenos de sabor y color con especias tradicionales del país. A sus 35 años combina la pasión por la cocina con su profesión de enfermera en la unidad de cuidados intensivos neonatales de un hospital infantil. Esta pasión no solo le permite explorar nuevas habilidades, también le ayuda a desconectar del trabajo, señala en CNBC Make It. Durante los peores meses de la pandemia, sentía que este blog personal podía ofrecerle una mayor sensación de control ante los sucesos que ocurrían a su alrededor.

Un éxito progresvio

Cada año gana casi 100.000 euros como profesional sanitaria, pero por ambición quiso duplicar sus ingresos con este trabajo adicional. Para ello, tuvo que preparar muy bien su negocio. Invirtió más de 700 dólares en los productos para sus recetas, anillos de luces para iluminar el set y otros materiales que le ayudasen en la producción. 

Su pasión por la cocina viene de su madre, que tras emigrar a Estados Unidos desde Jamaica cocinaba toda clase de platos tradicionales a su familia. Cuando era pequeña comenzó a hacer recados para su madre en el mercado y poco a poco fue interesándose por este mundo culinario. "Ella cocinaba por instinto y yo siempre preguntaba medidas concretas", explica la joven. Aunque comenzó publicando fotos de sus comidas en Instagram, poco a poco trató de profesionalizar su pasión buscando las tendencias del momento que conectasen con su público.

Hoy en día obtiene más de 111.000 euros a través de todas sus fuentes de ingresos. Desde 7.500 dólares por la publicidad de su canal de YouTube, hasta más de 71.000 dólares con libros electrónicos de cocina o 39.000 por los patrocinios con marcas. Además, se encarga por completo de toda la grabación y edición de sus vídeos, por lo que el dinero va directo a su cuenta sin pasar por otros intermediarios. 

El mayor sacrificio es renunciar a su tiempo libre, para poder llevar al día ambos trabajos necesita aprovechar al máximo todas las horas del día."Cuando comencé estaba tan emocionada por ver mis sueños hechos realidad que literalmente trabajé todos los días que no estaba trabajando en el hospital", explica. Aunque no planea dejar su trabajo principal, este negocio secundario le ha dado la oportunidad de reducir sus jornadas. Ahora, trabaja solamente ocho turnos de 12 horas al mes.

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