¿Tiene sentido un Spotify para música clásica si solamente la escucha el 1%?

  • La startup Idagio, creada expresamente para los amantes de la musica orquestral, tiene 1,2 millones de grabaciones, con 60.000 artistas.
Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina, con el director Pedro Calderón
Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina, con el director Pedro Calderón
Wikimedia / Margarita Solé / Ministerio de Cultura de la Nación

A menudo, cuando escucho la banda sonora orquestral de alguna película, inmediatamente trato de adivinar si se trata de un tema de Philip Glass, de John Williams o de Klaus Badelt. De igual modo, los verdaderos amantes de Chopin saben advertir si su 'Concierto para piano y orquesta n.º 2 en fa menor, Op. 21' está interpretado por Arthur Rubinstein o por Alfred Cortot con solo escuchar unos segundos del tercer movimiento. Quizás la diferencia es que en mi caso no siempre acierto, pero el fan genuino de Chopin sabrá con casi total seguridad de quién se trata, ya que pertenece a ese selecto grupo de personas que veneran la música clásica por encima de todas las cosas. Los que la escuchan con regularidad representan apenas el 1% de la población y jamás habían tenido la oportunidad de acceder a una completa biblioteca digital que comprendiese esos pequeños detalles. Hasta ahora.

Es lo que propone Idagio, una plataforma online que podría considerarse el Spotify de la música clásica y que permite personalizar la música hasta extremos insospechados: a diferencia de la música contemporánea, en Idagio no basta con filtrar por autor, por tema o por disco, sino que también se puede afinar la búsqueda por director o intérprete, algo que ninguna otra aplicación permite hacer. Es cierto que el auge del pop, el rock, el R&B o la música electrónica durante las últimas décadas ha provocado una sobresaturación del mercado musical, pero también lo es que los amantes de la clásica suelen ser fieles y con cierto poder adquisitivo, por lo que un género que apenas representa solo el 5% de toda la música grabada en la actualidad se puede convertir en una mina de oro.

Uno de sus creadores, Till Janczukowicz, lo resumía así en este artículo de 'Bloomberg': "Nuestro usuario típico sería alguien que le haya pedido a sus nietos que le pasen su colección de CDs a un disco duro".  Pocos más se percataron del potencial negocio en 2014 cuando, tras dos décadas siendo el manager de músicos de orquesta, Janczukowicz vio a un hombre pegando torpemente carteles para un concierto clásico. Le pareció una evidencia de que la industria se había quedado obsoleta a la hora de llegar a su público objetivo. Por eso, decidió vender su apartamento para financiar su idea, y después atrajo a Christoph Lange, un empresario berlinés con amplios conocimientos del mundo digital.

Un público distinto, un negocio distinto

Pasó un año hasta que el fondo australiano Macquarie inyectó algo de liquidez al proyecto, aún escasa. Sin embargo, en una segunda ronda de financiación obtuvo 25 millones, aunque a cambio los fundadores se han quedado con poco más del 10% de las acciones. Hoy en día, Idagio tiene aproximadamente 90 empleados en su sede de Berlín y en otra pequeña oficina en Bratislava (Eslovaquia). Este equipo ha reunido pistas de 1.000 discográficas, escribiendo manualmente datos como el del compositor, el solista, los instrumentos, el director o si se trata de una grabación de estudio o en directo.

Ahora, Idagio tiene más de 1,2 millones de grabaciones de 2.500 orquestas, 6.500 directores y 60.000 artistas solistas, todos en calidad de CD, lo cual representa la colección más completa de música clásica ofrecida jamás en 'streaming'. Su éxito empieza a ser tan notorio que el año pasado la plataforma desembarcó en EEUU y es cada vez más popular en lugares como Japón, Corea del Sur o América Latina. Parte de este éxito se debe a que permite alternar estados de ánimo, desde optimista (Sinfonía No. 1 de Johannes Brahms) hasta apasionado (Sonata para violín No. 2 de Robert Schumann). 

Los creadores de Idagio sostienen que el siguiente paso es crear listas de reproducción seleccionadas por los propios artistas o críticos músicales. Otra idea que les ronda la cabeza es crear videoclips de músicos que comparten historias sobre grabaciones memorables. El gran problema es que, a día de hoy, la startup sigue generando pérdidas y primero necesita llegar a un balance positivo. Para lograrlo, han creado un servicio freemium (un híbrido entre contenidos gratuitos y premium por suscripción, similar a Spotify) por 9,99 dólares. Sin embargo, del millón de personas que han descargado la aplicación, la compañía no ha desvelado cuántos han pagado por el servicio. Lo que sí se sabe es que, a diferencia de Spotify, que registra una canción en 'streaming' únicamente después de 45 segundos, Idagio paga al artista por cada segundo que se transmite una pieza musical.

Mostrar comentarios