Las fábricas donde se fabrican los dispositivos Apple en China siguen albergando trabajadores en condiciones laborales pésimas. Eso concluye un informe publicado por China Labour Watch (CLW), una ONG radicada en Nueva York, tras investigar y entrevistar a 620 trabajadores.
Tras los sucesos de 2010 en la fábrica de Foxconn en Shenzen (China), con la ola de suicidios entre sus trabajadores, Apple anunció que mejoraría las condiciones de trabajo de quienes fabrican sus dispositivos, pero, según CLW, esto no ha ocurrido: "Las violaciones de los derechos laborales en Foxconn ocurren en prácticamente todas las otras fábricas subcontratadas por Apple, y en algunos casos son más extremas", dice el informe.
Un detalle mide la terrible desigualdad entre lo que ganan esos trabajadores y lo que obtiene Apple de sus aparatitos: un 70% de quienes los fabrican no tienen ni uno solo porque no pueden pagarlo, aunque a todos les gustaría tenerlos. De hecho, muchos de ellos no han visto un dispositivo completo y funcionando, pues el trabajo es en cadena y los obreros pasan toda su vida laboral colocando determinadas piezas sin ver el resultado final.
Las autoridades chinas permiten hacer 36 horas extra mensuales a sus trabajadores (más allá de su jornada laboral, de por sí extenuante), pero quienes construyen los iPods e iPads hacen entre 100 y 130 horas extra de media, entre 150 y 180 si es un periodo con mucho por fabricar. Lo normal es trabajar 11 horas diarias y tener un día libre al mes.
Los obreros carecen de seguro, cobran el salario mínimo (unos 160 euros al mes), no están familiarizados con el término sindicato... Y un largo etcétera de terribles condiciones que no se arreglan.
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