Los jóvenes se quedan sin margen de error para jubilarse a los 65 años

  • Ni un minuto de relajación. Si el Gobierno mantiene su propuesta de mantener el plazo de cotización en los 41 años para conseguir el 100% de la jubilación, toca empezar a trabajar desde los 24 años, olvidarse de las excedencias y los años sabáticos e implorar para no sufrir el azote del paro durante más de dos años.
Zapatero dice que no va a ser fácil reducir el paro juvenil
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Enrique Utrera / Fernando de Luis-Orueta
Enrique Utrera / Fernando de Luis-Orueta

Para los españoles que aspiren a jubilarse a los 65 años –ahora la media es de 63- empieza una carrera contra el reloj sin precedentes. Este viernes se conocerá el detalle de la reforma de las pensiones. A día de hoy, el Gobierno mantiene inamovibles sus grandes líneas de acción: elevar la edad de jubilación a los 67 años salvo que, a partir del año 2027, se hayan cotizado 41 años durante la vida laboral. En este caso, nos podremos jubilar como hasta ahora, a los 65.

Para conseguir el objetivo, habrá que hacer encaje de bolillos. Éstas son las claves para no alargar al límite la edad de jubilación. Una parte depende de la voluntad de cada cual. Otras, en un escenario de crisis como el actual, de la coyuntura.

- Como muy tarde, a los 24 años. Para poder jubilarse a los 65 será necesario haber cotizado ininterrumpidamente desde los 24 años. Es decir, sólo un año más respecto a la edad media de incorporación de los españoles al mercado laboral que, según un estudio de la empresas de trabajo personal (ETT) Page Personnel, es de 23 años. Por lo tanto, un español medio tendrá un margen de un año para poder jubilarse a los 65 en vez de a los 67.

Por lo tanto, está prohibido dormirse en los laureles en un escenario cada vez más complejo, porque la realidad del paro en España contrasta con las exigencias del Gobierno para no tener que alargar la edad de jubilación. El desempleo azota sobre todo a los jóvenes que, con las nuevas reglas del juego sobre la mesa, no pueden perder ni un minuto.

La realidad dice que el paro juvenil en España alcanza el 40%, una cifra sin paragón en la UE y que contrasta con los porcentajes de un solo dígito en Alemania y Holanda. Los titulados universitarios también sufren. Según un informe de la fundación Conocimiento y Desarrollo, el paro entre quienes terminan sus estudios universitarios se duplicado hasta el 9,4% entre 2007 y 2009, más de doble que la media europea.

- Los universitarios, en el límite. Las personas que cursan o van seguir estudios universitarios son quienes lo tienen más justo para llegar a los 65 con 41 años cotizados. Para empezar, no se pueden permitir el lujo de haber repetido ningún curso en el colegio o en el instituto. Así, habrán empezado la carrera con 17 o 18 años (dependiendo de su mes de nacimiento).

Según el plan de estudios que le haya tocado (de cuatro o cinco años), si ha ido a curso por año, se habrá licenciado entre los 21 y los 23. En el primer caso, tienen tres años de margen para encontrar trabajo, ampliar su preparación o quedarse en el paro sin prestación; pero los mayores de esta horquilla dispondrán sólo de uno. Eso contando con que acaben la carrera: el 30% de los universitarios abandona o cambia de carrera antes del segundo año, según un estudio de la Fundación Alternativas.

Peor lo tienen los licenciados en una carrera como Medicina, cuyo plan de estudios es de seis años. Si logra aprobar todo a tiempo, un médico sale de la facultad con 23 o 24 años, pero le quedarán aún dos de Residencia. Es decir, no llegará a ejercer su profesión hasta los 25 o 26. Así, será imposible que un médico se jubile a los 65 porque habrá cotizado 39 o 40 años como máximo. No obstante, el Gobierno estudia realizar excepciones en algunos casos concretos.

- El alivio del Plan Bolonia. Con el nuevo Plan Bolonia, las carreras se convierten en títulos de grado, cuya duración varía entre tres y cuatro años. Eso quiere decir que los futuros licenciados estarán listos para incorporarse al mercado laboral antes que los actuales, entre los 20 y 22 años, lo que les concede un margen superior para alcanzar los 41 años cotizados.

Sin embargo, la idea es que los grados se completen después con masters y otro tipo de cursos de especialización, por lo que muchos graduados retrasarán su primer trabajo uno o dos años más, quedando en una situación análoga a los licenciados universitarios de la actualidad.

- Para las personas sin estudios superiores, la cosa cambia. La edad mínima legal para trabajar son los 16 años, con lo que tendrían una larga carrera profesional de 49 años por delante, de los cuales pueden haber estado ocho si trabajar y, aún así, jubilarse a los 65. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los puestos ocupados por personas sin formación superior se engloban en los llamados trabajos penosos como la minería o la forja, para los que la edad de jubilación se reduce considerablemente.

- Dos años de margen del subsidio de desempleo. Las personas que se quedan en el paro siguen dadas de alta en la Seguridad Social y cotizan por todos los conceptos, entre ellos la jubilación. Sin embargo, el plazo máximo de cobro es de dos años –exactamente 720 días– si se han superado los 2.160 días cotizados en los últimos seis años.

    

Por lo tanto, el margen es exiguo. Quienes empiezan a trabajar en España a la edad media de 23 años sólo contarán con tres años–los dos de paro y uno más- para llegar a los 65 con 41 años trabajados. Toca no agotar los plazos de la prestación buscando trabajo activamente desde el primer momento. Por no mencionar los años sabáticos y la excedencias que, al estar fuera del periodo de cotización, se convierten con la reforma en el mejor pasaporte para la jubilación a los 67.

- La dura realidad. Pero son muchos los que, a pesar de sus buenas intenciones, se pueden dar de bruces con la realidad. El paro de larga duraciónes una dramática realidad en España. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2010, ya hay 664.800 personas que llevan más de doce meses sin trabajar.

Y hay otras 882.917 personas que llevan entre seis meses y un año fuera del mercado laboral y que pueden engrosar la lista de personas que difícilmente podrá alcanzar una pensión digna cuando se jubilen. Según los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) el 77% de los pensionistas españoles no llega siquiera a ser mileurista. El organismo es tajante cuando asegura que uno de cada cinco jubilados "está en riesgo de pobreza relativa".

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