Madrid, 12 jul.- Los niveles de ozono troposférico o "malo", que este verano estarán dentro de "la normalidad", han aumentado "ligeramente" en las grandes ciudades españolas y en las zonas rurales se mantienen constantes.
El ozono de la estratosfera protege de la radiación ultravioleta, pero en la capa inferior de la atmósfera (troposfera) es un contaminante que en altas concentraciones corroe los materiales, los edificios y los tejidos vivos.
Las concentraciones del ozono "malo" sobre Europa suelen ser hoy entre 3 y 4 veces superiores a las de la época preindustrial, debido al aumento de las emisiones de óxidos de nitrógeno procedentes de la industria y de los vehículos, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
En las ciudades españolas "los niveles de ozono están aumentando ligeramente, sin ser alarmante, y en las zonas rurales la tendencia no es clara, pero más o menos son constantes", ha declarado a EFE el investigador del CSIC Xavier Querol, último Premio Rey Jaime I de Medio Ambiente.
Madrid, Barcelona, Valencia, La Coruña, Sevilla y Bilbao, entre otras, superan los umbrales de las directivas europeas en relación a este contaminante, pero -según Querol- irán bajando en el futuro porque el plazo para su cumplimiento obligatorio acaba en 2015.
Los episodios de aumento de ozono "no son muy altos, pero a lo largo de los años se ve una tendencia (al alza)", ha añadido Querol, miembro del comité científico asesor de la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Y ello pese a la bajada de las cantidades de precursores (los óxidos de nitrógeno NO y NO2, cuyas complejas reacciones químicas en presencia de calor y luz solar son responsables del ozono malo).
Sin embargo, esta disminución no se traduce de forma equivalente o "lineal" a los niveles de ozono, un descenso que "no es todo lo deseable que debiera, ya que aún se superan los valores límites para la salud en muchas estaciones de medición" del país.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología, las comunidades autónomas y algunos grandes ayuntamientos poseen sus estaciones de medición para monitorizar este tipo de contaminación y alertar a la población cuando se producen elevaciones importantes.
Para mejorar la calidad del aire, este investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (CSIC) apuesta por medidas a medio y corto plazo, como el uso del transporte público.
Este verano, concluye, se registrarán probablemente unos niveles "normales" de ozono para el sur de Europa -más frecuentes que en el norte-, pero que son "altos".
Por su parte, el director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Aemet), Emilio Cuevas, ha indicado que las políticas de calidad del aire han permitido a nivel global un estancamiento de los niveles de ozono en la región europea y en Estados Unidos.
Sin embargo, el decrecimiento de los óxidos de nitrógeno "no ha bajado tanto como se esperaba", ha explicado a EFE.
Un reciente artículo de la revista Atmospheric Environment, que constituye la última y más actualizada revisión y resumen de las observaciones de ozono "malo" a nivel mundial, afirma que la mayoría de las series de ozono más largas (30 años) en latitudes medias del hemisferio norte muestran alzas significativas en la primera parte del registro.
Y una estabilización o incluso una bajada en los últimos 10-15 años, añade Cuevas, que recalca que estos resultados se refieren a la contaminación de fondo, es decir, las zonas alejadas de los núcleos urbanos.
El artículo, publicado en diciembre de 2012 y cuyo primer autor es Samuel Oltmans, de la Administración Nacional para los Oceános y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), incluye también los datos de ozono superficial del centro de investigación de Izaña (Canarias). EFE
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