Se buscan voluntarios para observar flora

  • Marina Segura Ramos.

Marina Segura Ramos.

Madrid, 17 sep.- Cada año se descubren en España una veintena de nuevas especies de flora con la ayuda de cientos de voluntarios, que también colaboran en la detección de plantas amenazadas y en la denuncia de posibles agresiones contra este patrimonio natural.

En España hay poca tradición en la observación de flora, una situación que pretende revertir la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBICOP) con un proyecto de formación que se ha puesto en marcha este año.

En Reino Unido, Alemania o Suiza, gran parte de la información florística está en manos de los aficionados, "lo que permite que haya una red muy extensa de personas interesadas por las plantas que comparten su conocimiento", explica a Efe el presidente de SEBICOP, el botánico Jaime Güemes.

Con la idea de montar una tupida red de colaboradores en el territorio nacional, esta organización ha formado este verano a más de 70 personas, que ya "trabajan" sobre el terreno, y en octubre están previsto nuevos cursos en Murcia, Alicante y Valencia.

Los cursos impartidos, apoyados por la Fundación Biodiversidad y la Obra Social de Caja Madrid y auspiciados por el Comité Español de la UICN "han enseñado a identificar las plantas, hacer censos, tomar la información de la forma adecuado, algo de legislación..."

La iniciativa, abierta a cualquier persona interesada, pretende animar "no solo al aporte de datos de las poblaciones de plantas amenazadas sino también a informar sobre agresiones para poder presentar denuncias formales", añade Güemes, conservador del Botánico de la Universidad de Valencia.

Dada la riqueza florística española -alrededor de 8.000 especies-, la SEBICOP ha acotado la formación del voluntariado al área de las plantas amenazadas, que suman unas 1.600.

Para apuntarse a la iniciativa, se ha habilitado la página web www.conservacionvegetal.org, que consta de un formulario para el registro de voluntarios, un apartado para denunciar y otro para notificar hallazgos.

Pese a la poca tradición de esta actividad, hay muchos pequeños grupos desperdigados por todo el territorio español, en especial los dedicados a las orquídeas, helechos y bulbosas, añade el presidente de la Sociedad Española de Biología de la Conservación de las Plantas y profesor de la Universidad de Valencia .

Entre estos aficionados, explica, figuran muchas personas "perfectamente formadas", responsables de hallazgos de nuevas especies (entre 1995 y 2007 se han descrito en España un total de 240).

Aunque "a todos nos gustaría encontrar una planta especial, lo cierto es que muchas veces no lo es. La identificación de una planta es algo difícil, porque hay muchas similitudes entre ellas".

Una vez validado el hallazgo por la comunidad científica, se "bautiza" a la planta, en general con el nombre del lugar geográfico donde se halló; con un apelativo relacionado con sus características físicas o bien con nombres de botánicos amigos o admirados a quienes se quiere dedicar la planta.

Con anterioridad a este proyecto, los botánicos han contado con la cooperación de doscientos aficionados en la elaboración del Atlas de la Flora Amenazada, publicado hace una década. EFE

msr/pv

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