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Las acciones más estables para empezar a invertir en 2023

La CNMV advierte que "el principal riesgo de la renta variable es la incertidumbre sobre sus rendimientos". Es decir, la volatilidad en el mercado puede llevar al inversor a perder dinero. Para alcanzar la mayor rentabilidad en las inversiones y rentabilizar el ahorro, se puede analizar el histórico de cotizaciones.

Torres de Nasdaq en Times Square en Manhattan.
Torres de Nasdaq en Times Square en Manhattan.
Nasdaq vía L. I.

La inversión en bolsa busca rentabilizar los ahorros. Los inversores consiguen obtener plusvalías de su inversión, por una parte, a partir de la evolución de la cotización en el mercado. Es decir, ganarán la diferencia entre el precio de venta y el de compra. Pero esta diferencia también puede ser negativa y que la inversión conlleve perder dinero.

De hecho, es uno de los riesgos de los que avisa la CNMV, el regulador financiero español: "el principal riesgo de la renta variable es la incertidumbre sobre sus rendimientos". Es decir, el valor de las acciones puede subir o bajar con respecto a su valor de adquisición y es posible no conseguir la rentabilidad esperada e incluso perder la totalidad de la inversión.

A la hora de invertir es fundamental conocer el concepto de volatilidad. Indica el riesgo de un valor en un período, a través del análisis estadístico de la serie histórica de sus cotizaciones. De esta manera, la volatilidad permite evaluar el riesgo: si un valor es muy volátil, es más difícil predecir su comportamiento, por lo que incorpora mayor incertidumbre para el inversor. Por lo tanto, a mayor volatilidad, mayor riesgo.

Acciones sin volatilidad

Hay que tener en cuenta es difícil encontrar acciones plenamente estables ya que pueden ocurrir circunstancias económicas o geopolíticas que afectan en los mercados. Un ejemplo claro es lo que ocurrió al inicio de la pandemia del Covid-19, cuando incluso acciones de empresas sólidas registraron fuertes caídas en bolsa.

En el caso de las acciones, una referencia interesante es el índice VIX, un indicador que muestra la volatilidad esperada a corto plazo en los mercados financieros de Estados Unidos. En concreto, mide volatilidad implícita de las opciones del índice S&P 500 de 30 días a vencimiento.

El portal IG explica que el índice VIX se calcula utilizando los precios de las opciones del índice SPX y se expresa como un porcentaje. Así, “si el valor del VIX aumenta, es probable que el S&P 500 caiga, mientras que, si el valor del VIX disminuye, es probable que el S&P 500 se mantenga estable”, destacan.

Retribución al accionista

Las acciones estables no tienen por qué ser menos rentables. Otra forma de ganar dinero con una inversión son las retribuciones al accionista: dividendos en efectivo, dividendos satisfechos con acciones (scrip), devolución de primas de emisión y reducción de capital con devolución de aportaciones. Así, pese a que la cotización de una compañía apenas se haya movido –ajeno circunstancias externas que provocan volatilidad en el mercado-, la inversión se ve retribuida de alguna manera.

En el caso de los dividendos en efectivo, no es un valor añadido para el accionista, sino que supone el traspaso de parte del valor de la compañía en bolsa a sus accionistas, reduciendo su valor bursátil. No obstante, para muchos accionistas es un factor para decidir dónde invertir ya que asegura unos ingresos estables. Además, desde BME, operador de la bolsa española, destacan “su efecto protector frente a la inflación”. Y es uno de los principales atractivos de la bolsa española para los inversores internacionales es la relevancia de estos pagos.

Si se trata de 'script dividend' -dividendo flexible- el impacto en la capitalización de la firma es opuesto al dividendo en efectivo. En este caso, aumenta el valor bursátil de las compañías con la entrada de nuevas acciones. Se remunera al accionista mediante la emisión de nuevas acciones en lugar de realizar un pago en efectivo.

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