Tiene un 1,7% del capital

BBK apuntala su inversión en Iberdrola para crear la 'versión vasca' de Criteria

La Fundación Bancaria Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) reactiva la compra de acciones de la eléctrica durante las dos últimas semanas con 200.000 acciones por 2 millones de euros.

Xabier Sagredo, presidente de Fundación BBK y consejero de Iberdrola.
Xabier Sagredo, presidente de Fundación BBK y consejero de Iberdrola.
L. I.

La Fundación Bancaria Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), dueño del 57% de Kutxabank, tiene claro el modelo en el que inspirarse para dotarse de significado, sentido a su existencia y, sobre todo, financiar la Obra Social de las antiguas cajas de ahorro vascas. La musa no es otra que Criteria, el holding de 22.000 millones de euros que forma troika en el 'universo La Caixa' junto a la fundación y el propio banco. Su estabilidad en el cobro de dividendos le permite mantener un gasto de 500 millones en sus programas de fines sociales. A otro nivel, pero los rectores de las antiguas cajas vascas también buscan replicar su presencia e influencia en las grandes compañías.

Iberdrola se ha convertido durante el último año en el foco de estos esfuerzos por recuperar el tiempo perdido y ahora vuelve a reforzar su posición tras una década diluyéndose en el capital. Dos adquisiciones de 100.000 acciones efectuadas en la sesiones de bolsa del 27 de octubre y el 9 de noviembre han devuelto a escena a este inversor institucional heredero de la antigua caja BBK, hoy parte de Kutxabank junto a los negocios bancarios de la Vital alavesa y la Kutxa guipuzcoana. En total, la organización vizcaína ha invertido alrededor de 2 millones de euros en esta última incursión bursátil, a razón de 10 euros por título, según el registro de CNMV.

Entre mayo y junio de 2020, tras el colapso del Covid-10, Fundación BBK se hizo de una tacada con 400.000 acciones tras invertir 3,3 millones de euros en un momento delicado para la eléctrica en bolsa, que cotizaba entre 8 y 9 euros. Terminó el ejercicio pandémico con un saldo comprador de 652.250 títulos de la eléctrica y una inversión de 5,7 millones de euros, según su informe anual en el que no detalla su participación pero sí hay una mención en la que señala que es inferior al 3%. ¿Cuál es el porcentaje real que controla el grupo vasco en la eléctrica de cabecera?

La Fundación que preside Xabier Sagredo, consejero de Iberdrola desde 2016 en sustitución de Xabier de Irala, cuenta con una participación inferior al 1,7% del capital, que vale en bolsa alrededor de 1.000 millones de euros, lo que convierte a Iberdrola en la ‘joya’ de su cartera industrial. 

En términos absolutos, la BBK tiene invertido en la eléctrica más dinero que ninguna otra compañía. Tras la venta de Euskaltel, donde era socio indirecto a través de Kutxabank, el fabricante de vagones e infraestructuras ferroviarias CAF se ha quedado en primera línea con el 14% del capital. Una de las últimas incorporaciones a su cartera ha sido, a lo largo de 2020, Vidrala, donde invirtió 2,2 millones en la compra de unas 26.000 acciones.

La antigua BBK elevó su posición en Iberdrola antes de la pasada crisis financiera de 2008, cuando llegó a controlar entre el 7,5% y 10% de la eléctrica, aunque progresivamente fue haciendo caja con sus acciones y diluyéndose en las sucesivas ampliaciones de capital de la eléctrica hasta reducir al mínimo su presencia. 

En abril de 2017 desapareció del radar de la CNMV tras la venta del 1,9% del capital de Iberdrola y redujo a menos del 1,7% su posición, aunque la presencia de Sagredo en el consejo desde 2016 obliga a la Fundación BBK a notificar las compraventas con acciones que realice en cualquier momento.

La política de inversiones de la Fundación BBK apuesta por mantener “un perfil de riesgo medio bajo, alineado con el objetivo estratégico de la entidad de mantener su actividad de obra social en niveles estables, sostenidos y sostenibles”. De momento, lo que no queda explícito es el peso real en Iberdrola. Una pista está en el dividendo, como recogen sus cuentas anuales. En 2020, la fundación ingresó por esta vía 60 millones de euros, un 38% menos que en 2019, tras la suspensión del dividendo de Kutxabank por la recomendación regulatoria del BCE. 

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