Iberdrola ha disparado sus ingresos un 15,5% en el tercer trimestre del año, hasta rozar los 28.000 millones de euros, en plena pugna entre la compañía que preside Ignacio Galán y el Gobierno de coalición por la reforma eléctrica. El grupo energético ha rebajado su beneficio neto un 10,2%, hasta situarse en los 2.408 millones, lastrado por la política fiscal de Reino Unido. Además, la compañía mantiene sus objetivos para 2021, tanto en dividendo como en resultados (hasta 3.800 millones a final de año).
La eléctrica ha trasladado a su cuenta de resultados el 'tira y afloja' con Moncloa por el polémico Real Decreto 17/2021. De hecho, Iberdrola achaca directamente al nuevo marco regulatorio -que recoge la minoración de los ingresos de las eléctricas que integren la escalada del gas en sus precios finales-, un impacto en sus números de 114 millones de euros. El 'decreto Ribera' entró en vigor el 14 de septiembre, lo que limita su impacto a solo una quincena frente a los nueve meses incluidos en los últimos resultados.
Más allá de la evolución de la cuenta de resultados, Iberdrola ha anunciado un cambio importante en su organigrama. Se trata del nombramiento de Armando Martínez Martínez como nuevo nuevo director general de Negocios del grupo, cargo que está considerado como el 'número dos' en el escalafón de la eléctrica. Martínez relevará así a Francisco Martínez Córcoles, histórica 'mano derecha' de Galán a partir del 1 de noviembre.
El beneficio neto reportado de Iberdrola se ha visto mermado por la ausencia de extraordinarios, frente a los 485 millones de plusvalías que la empresa se anotó en 2020 por la venta de su 8% en Siemens Gamesa. También ha lastrado al grupo la decisión del Gobierno británico de mantener la tasa corporativa en el 19%, frente al 17%, un golpe fiscal por el que Iberdrola, impacto que la eléctrica cifra en 154 millones negativos.
No obstante, el beneficio neto ajustado (que no pondera extraordinarios como los efectos de la crisis sanitaria) se ha incrementado un 5,2%, hasta situarse en los 2.688 millones de euros, frente a los 2.553 millones del tercer trimestre de 2020. El resultado bruto de explotación (ebitda) de la energética ha alcanzado los 8.165 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone una mejora del 10,7%, frente al recorte del 2% que experimentó en 2020 por el golpe de la pandemia.
La compañía casi ha dejado atrás la 'resaca' de la crisis sanitaria del coronavirus. En los nueve primeros meses de 2020, el impacto de la pandemia en el resultado neto de Iberdrola creció a 203 millones, golpe que el grupo energético ha logrado rebajar hasta los 123 millones en lo que va de año. Iberdrola ha compensado el escenario de recuperación postpandemia que vive España, con un impulso de 417 millones que el grupo atribuye a la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre la reversión de los tributos hidroeléctricos indebidamente cobrados entre 2013 y 2014, que el Estado deberá devolver a la compañía.
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