Qué esperar mientras esperas a Lagarde: claves para seguir la nueva era en el BCE

Christine Lagarde arranca su legislatura al frente del BCE.
Christine Lagarde arranca su legislatura al frente del BCE.
L. I. / BCE

A las 14:30 horas arranca la primera rueda de prensa de Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo (BCE). La francesa toma las riendas del organismo en pleno debate sobre la división interna y con la economía dando síntomas de cansancio, pero no de agotamiento, lo que evitará en principio a la responsable del emisor tener que justificar de nuevo el último paquete de estímulo adoptado por la entidad. Sus palabras van a ser escudriñadas por el mercado... como también van a serlo las nuevas previsiones económicas que publicará la entidad.

AXA IM prevé una continuación de la Expansión Cuantitativa ('QE', por sus siglas en inglés) a lo largo de 2021 y el primer movimiento en la tasa de la facilidad de depósitos a comienzos de 2022". La gestora de fondos gala considera que el actual escenario económico es exactamente el que BCE podría haber soñado para la primera rueda de prensa de Christine Lagarde. "Los datos son suficientemente malos como para justificar el último paquete de estímulos y desechar cualquier cuestión sobre si el banco central había sobre reaccionado en septiembre, mientras que no son lo suficientemente catastróficos como para desencadenar preguntas incómodas sobre cómo podría proporcionar el BCE estímulos adicionales".

De acuerdo con esta visión, Lagarde podría atenerse con facilidad al guión dejado por Draghi. La preocupación por la tensión en el seno del consejo de gobierno del banco central es notable, sobre todo cuando algunos de los miembros más dovish y centristas también empiezan a alzar la voz sobre los efectos colaterales de los tipos negativos, efectos a los que también se ha referido en sus últimas intervenciones ante el Parlamento europeo la propia Lagarde. “El dilema para el BCE es que el corazón del Consejo del banco central ya no está en la actual orientación política (forward guidance), pero salir de ella sin provocar daños macro es prácticamente imposible”, advierten los gestores de AXA IM. 

La expectación es máxima en lo que respecta al panorama económico que vaya a dibujar el BCE, tal y como reconoce Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain. Su previsión es que 2019 cierre con un crecimiento del 1,2% y que en 2020 se elevaría una décima, hasta el 1,3%. Por este motivo, entre otros, en la firma no prevén nuevos descensos de tipos y creen que el BCE se encuentra "muy limitado" para llevar a cabo nuevas actuaciones.

Otra cuestión será hacer balance sobre cómo le ha sentado a la macro europea la hoja de ruta mantenida por el organismo. El PIB del tercer trimestre de la eurozona arrojó un crecimiento de tan solo el 0,2% trimestral, con lo que el avance interanual se mantuvo en el 1,2%. "En este escenario, Lagarde deberá convencer al mercado de que se siente cómoda con la última batería de medidas adoptadas por su antecesor, entre las que destacan la bajada de la tasa de depósitos hasta el -0,50% y la reactivación del QE con compras de 20.000 millones de euros al mes", zanja el experto.

Es de prever que Lagarde hará un nuevo llamamiento a los gobiernos del euro con margen fiscal para que pongan en marcha los estímulos necesarios. La clave será ver hasta qué punto es incisivo su mensaje. Al mismo tiempo será relevante cualquier mención a la guerra comercial y al Brexit, que han sido dos de los factores más desestabilizadores de la economía en los últimos meses. Hoy, además, con Reino Unido enfrascado en sus comicios. 

“Lagarde y los mercados comienzan hoy su romance”, apostilla François Rimeu, estratega senior de La Française. Desde su punto de vista sería muy relevante que Christine Lagarde optase por indicar cómo tratar de poner en práctica un liderazgo basado en un "enfoque consensuado". Es previsible que la presidenta señale en su discurso la necesidad de mantener una postura acomodaticia, pero también que anuncie formalmente una revisión de políticas, incluyendo la consideración del coste de las catástrofes naturales, y podría centrarse, además, en las llamadas "inversiones verdes". 

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