Blackrock y Bestinver hacen oficial su alianza "estratégica". Ambas gestoras han dado a conocer el principio de su colaboración con la puesta en marcha de un fondo de capital riesgo: Bestinver Private Equity Funds. Se trata de un vehículo que invertirá en productos de la firma estadounidense -la mayor por volumen de activos a nivel mundial- y con el que pretenden captar más de 200 millones de euros con una rentabilidad anual del 10%.
Durante la presentación de este matrimonio, el director de desarrollo de negocio de Bestinver, Rafael Amil, ha explicado que este producto intertirá en diferentes tipos de activos. El 25% irá destinado a coinversiones, otro 25% a empresas de alto crecimiento (segmento 'growth'), 25% adicional a secundarios, mientras que el porcentaje restante se repartirá entre inversión de impacto (15%) y primarios (10%).
El producto no es apto para todos los bolsillos, ya que cuenta con un mínimo de entrada de 100.000 euros. En este sentido, Amil contempla que puede llegar al 30% de su total de su masa de clientes institucionales y altos patrimonios. Si bien la ley 'Crea y Crece', aprobada hace más de un año permite la posibilidad de rebajar el importe de entrada en capital riesgo a 10.000 euros, no será posible hasta que lleguen a un acuerdo de comercialización con diefrentes entidades para sus clientes asesorados.
En lo que respecta a las comisiones, Amil ha precisado que no llegarán al 2,25%. De esta cantidad, alrededor de la mitad irán para fondos subyacentes de Blackrock. En la rueda de prensa, el responsable de ventas para Iberia de Blackrock, Javier García Díaz, ha puntualizado que el acuerdo se materializa después de doce meses de trabajo y que ven a "Bestinver como una alianza a largo plazo" que puede llegar a abarcar más de un producto.
García ha indicado que cuentan con pactos parecidos en países del entorno como Alemania, Francia o Italia, con duraciones similares. Este tipo de fondos se caracterizan por su poca liquidez, ya que el dinero no se recupera hasta dentro de diez años. Su intención pasa por invertir en un amplío abanico de sectores que abarcan de salud a tecnología. Incluso no descartan apostar por infraestructuras e inmobiliario, pese a que cuentan con sus propias estrategias.
García ha puesto en valor esta nueva propuesta ante el potencial que presentan los mercados privados a la hora de obtener financiación, así como su "atractivo" retorno, que históricamente suelen ser superiores a los obtenidos por los mercados cotizados y además están menos correlacionados con su evolución. Así, ha profundizado en la importancia de las inversiones alternativas en el futuro, para las que se estima un crecimiento a doble dígito en los próximos años hasta los 23 billones de dólares.
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