Su economía se tambalea

La Bolsa de Moscú se prepara para abrir tras el cierre más largo de su historia

La reapertura tras al menos dos semanas será complicada a tenor de las fuertes caídas que registraron las cotizaciones de firmas en otras bolsas, pero el Gobierno ruso toma medidas para evitar un mayor impacto. 

Sede de la Bolsa de Moscú.
Sede de la Bolsa de Moscú.
L. I. / Archivo

La Bolsa de Moscú cumple este lunes dos semanas cerrada en medio de las volatilidad que registran el resto de mercados por el enfrentamiento económico entre Occidente y Rusia tras la ofensiva de Vladimir Putin en Ucrania. El Banco de Rusia, regulador financiero, optó por no abrir el parqué moscovita el pasado 28 de febrero tras dos sesiones de fuertes ventas y compras y ya registra su periodo clausurado más largo de su historia, incluso superior a la crisis económica de 1998. En dos semanas el escenario bursátil ha cambiado completamente y la reapertura no se antoja fácil ante una economía tambaleándose por las sanciones y el rublo ruso desplomado. 

El próximo lunes los inversores estarán atentos al comunicado que cada día publica el Banco de Rusia para informar, hasta ahora, del cierre de las operaciones. "El horario de negociación de la Bolsa de Moscú para el 14 de marzo de 2022 se publicará antes de las 9:00", recoge el último comunicado publicado en su web. A partir de esa fecha podría comenzar una reapertura progresiva, según recoge el medio financiero ruso Vedomosti, que afirma que el regulador ruso no descarta volver a abrir, pero estudia cómo hacerlo

Antes del cierre el índice MOEX, denominado en rublos, concluyó la jornada con una subida del 20%, hasta los 2.470,48 puntos, después de haber caído un 33% el día anterior. La tendencia fue similar para el RTSI, el índice denominado en dólares. Además, la caída en 2022 es próxima al 35% y superior al 40% para ambos selectivos. 

¿Qué ocurrirá tras la apertura? La caída en picado parece inevitable atendiendo a la evolución de acciones rusas que cotizan en otras bolsas a través de dobles cotizaciones.  Gazprom, Sberbank, Lukoil o Rosneft, que hasta hace unos días cotizaban en la Bolsa de Londres, registraron caídas de hasta el 90% en su última sesión. Su negociación quedó suspendida la semana pasada por orden del operador de la Bolsa de Londres. En total, dejó sin actividad los títulos depositarios representativos de acciones extranjeras (GDR) de 35 compañías rusas o fuertemente vinculadas a este país

Para tratar de mitigar el fuerte golpe bursátil que se prevé, Rusia ya anunció que gastará hasta 1 billón de rublos (casi 7.000 millones de euros) del Fondo Nacional de Bienestar, que se nutre de los ingresos del petróleo y es una especie de hucha para malos momentos, para comprar acciones de empresas rusas afectadas por las sanciones occidentales. No obstante, la cifra resulta insuficiente en comparación, por ejemplo, con la capitalización total que registraba el índice RTSI antes de su último cierre, de algo más de 116.600 millones de dólares (casi 107.000 millones de euros). El índice incluso alcanzaba antes de la invasión rusa de Ucrania los 192.500 millones. 

La liquidación de las posiciones en el país no será fácil ante la falta de inversores interesados en comprar y por las medidas impuestas por el Gobierno de Putin que llevan a los inversores a una situación similar al corralito. En concreto, los inversores extranjeros tienen prohibido vender valores rusos, bloqueando así su salida, y se mantiene la prohibición de transferir divisas al extranjero.

El rublo pierde cerca del 60% de su valor desde la invasión 

Mientras tanto, el rublo se ha derrumbado un 62% respecto al dólar y un 57% frente al euro desde la invasión del 24 de febrero. Este viernes la moneda rusa cotizaba en frente a los 81 dólares y 92 euros que costaba el 23 de febrero pasado, la víspera del comienzo de la invasión militar. La depreciación del rublo se produce como consecuencia de la ola de sanciones que sobre todo EEUU, Reino Unido y la Unión Europea han impuesto a Rusia con el objetivo de asfixiar su economía. Así, la moneda nacional marcó su mínimo el pasado lunes, cuando llegó a 177 unidades por dólar y 168 por euro. Desde ese nivel se ha estabilizado.

La respuesta del Banco Central de Rusia fue inmediata en un intento a la desesperada por apoyar al rublo. En concreto, aprobó la mayor subida de tipos de interés de su historia al colocarlos en el 20% desde el 9,5% en el que estaban. Es decir, un incremento de 1.050 puntos básicos. "El aumento de la tasa clave asegurará un aumento en las tasas de los depósitos a los niveles necesarios para compensar los mayores riesgos de depreciación e inflación. Esto es necesario para apoyar la estabilidad financiera y de precios y proteger los ahorros de los ciudadanos de la depreciación", explicó la gobernadora, Elvira Nabiullina.

La debilidad del rublo tiene un coste adicional para la economía rusa por el impacto en la inflación. El IPC de Rusia ya roza el 10% y el banco central del país prevé que se acelere hasta casi el 20% de media este año. "Una revisión significativa de las estimaciones de consenso refleja un cambio drástico en las condiciones económicas en las últimas dos semanas", dijo el vicegobernador del Banco Central, Alexei Zabotkin, en un comunicado.

La salida del dinero extranjero en Rusia, además, se complica tras la imposición este miércoles por parte del Banco Central de Rusia de un límite máximo de 10.000 dólares. La norma permanecerá en vigor al menos hasta el próximo 9 de septiembre para las retiradas en efectivo de los depósitos en divisas que mantienen los ciudadanos del país, mientras que las cantidades que excedan dicho umbral serán abonadas en rublos al tipo de cambio correspondiente.

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