Rotación de cartera

Los valores de calidad se sitúan como los preferidos de los inversores para 2024

Las acciones con mejor clasificación por rendimiento de los activos (ROA) y fondos propios (ROE) han asomado la cabeza durante el periodo bajista de los mercados registrado entre julio y mediados de octubre.

Los inversores apuestan por valores de calidad para 2024.
Los inversores apuestan por valores de calidad para 2024.
BME vía L. I.

La debilidad de los mercados de la bolsa estadounidenses desde julio hasta mediados de octubre reflejó la persistente incertidumbre sobre las perspectivas macroeconómicas. A pesar de la inquietud, y de la recuperación con gran fortaleza posterior, los valores de calidad y defensivos tuvieron un comportamiento relativamente bueno y podrían ayudar a las carteras a superar las inestables condiciones que se avecinan de cara al 2024.

Tras una fuerte racha de siete meses, las acciones estadounidenses flaquearon en los últimos meses, para después cimentar una gran recuperación. Pero la realidad es que desde el 1 de julio hasta finales de octubre, el S&P 500 cayó un 5,8%. Aun así, la bolsa en términos generales subió un 10,7% desde principios de año hasta octubre, y se recuperó de los recientes descensos a principios de noviembre. 

No obstante, a los inversores les preocupa que el crecimiento económico pueda verse perjudicado por unos tipos de interés persistentemente altos, sobre todo porque los elevados costes de la energía dificultan la reducción de la inflación. Aun así, durante las recientes caídas del mercado, no todos los valores se han comportado igual.

“El quintil superior de valores de calidad, basado en medidas de rentabilidad como el rendimiento de los activos (ROA) y el rendimiento de los fondos propios (ROE), ha avanzado un 3,5% y un 2,6%, respectivamente, desde julio”, comentan los expertos de AllianceBernstein. “Los valores de baja beta, que suelen tener menos volatilidad que el mercado en general, subieron un 10,6% durante el mismo periodo”, añaden.

En un informe de JP Morgan también se apuntaba en esta misma dirección pensando en el 2024: “La calidad va a ser la gran arma con el que jugar el próximo año, teniendo en cuenta la recuperación de la bolsa desde 2022 a 2023 y al contexto en el que la renta fija puede resultar como el activo que va a seguir con micho interés el mundo institucional”. Parece que es una dinámica que está generando un gran consenso en estos momentos.

Las valoraciones parecen más atractivas

Por otra parte, Las valoraciones de las acciones han descendido desde los niveles relativamente caros registrados a mediados de año. La relación Precio/Beneficios futuros (PER) del S&P 500, basada en las ganancias estimadas para los próximos 12 meses, cayó a 18,1 veces a finales de septiembre, en línea con su media de 10 años.

“En nuestra opinión, las valoraciones de los valores defensivos y de calidad parecen atractivas desde una perspectiva histórica”, aseguran desde la gestora de fondos norteamericana. A finales de septiembre, el PER previsto de los valores de baja beta frente al índice Russell 1000 se situaba en el primer quintil, en el percentil 12 de todas las observaciones mensuales desde 1990.

Los valores con ROA y ROE elevados estaban bastante valorados en los percentiles 59 y 47, respectivamente. “Desde nuestro punto de vista, esto significa que los inversores no tienen que pagar en exceso por valores de calidad con una generación de beneficios constante y una resistencia fundamental, características atractivas en periodos de incertidumbre económica y empresarial”, explican estos expertos.

La resistencia en tiempos de incertidumbre

Los analistas de la casa estadounidense afirman que, en este escenario, los valores de calidad y defensivos no gozaron de buena acogida en el primer semestre de 2023, cuando las esperanzas de los inversores en posibles recortes de los tipos de interés de la Reserva Federal a finales de año y el entusiasmo por la inteligencia artificial impulsaron las ganancias excepcionales de muchas empresas de menor calidad y de un pequeño grupo de valores tecnológicos de gran capitalización, respectivamente.

“A nuestro modo de ver, los recientes patrones de rentabilidad sugieren que los rendimientos de la renta variable están a punto de ampliarse”, dicen. “Y los valores con características defensivas y de calidad pueden ayudar a proporcionar resistencia a las carteras de renta variable si las condiciones económicas se deterioran y el sentimiento del mercado empeora aún más”, agregan.

Los expertos relatan que se ha de tener cuidado con comprar exposición a factores de renta variable a través de carteras pasivas, que a menudo son retrospectivas. “Creemos que la selección activa de valores basada en una profunda investigación es la mejor manera de encontrar valores defensivos y de calidad”, señalan.

“En un mundo de riesgos cambiantes, una atención disciplinada a los modelos de negocio y a los fundamentales de las empresas puede permitir a una cartera de renta variable captar fuentes esquivas de potencial de rentabilidad a largo plazo”, finalizan estos expertos.

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