Burbuja o no, los inversores siguen entrando en masa en la deuda pública soberana europea a pesar de los rendimientos ridículos o marcadamente negativos que registran los principales activos de la zona euro. La rentabilidad del bono español a 10 años -que se mueve de forma inversa al precio- ha vuelto a situarse en mínimos históricos por tercer día consecutivo tras las elecciones europeas, municipales y autonómicas que se celebraron el 26 de mayo y se coloca en el 0,73% frente al 1% en el que se movía a principios de este mismo mes.
El interés ofrecido a aquellos inversores que apuesten por la deuda española con vencimiento a una década abría esta jornada en el 0,785%, frente al mínimo del 0,788% que registró durante el martes. Tras repuntar ligeramente hasta el 0,787%, el rendimiento ha tocado al cierre un mínimo histórico del 0,734%.
El 'bund', el homólogo alemán a los bonos españoles, comenzó este miércoles a cotizar en los mercados con un rendimiento negativo del -0,161%, por debajo del mínimo del -0,164% alcanzado el miércoles. El mínimo intradía de la deuda germana ha llegado a situarse en el -0,172%.
De esta forma, la prima de riesgo ofrecida a los inversores en bonos españoles en comparación con los alemanes se ha situado en los 91,6 puntos básicos, aunque ha llegado a caer por debajo de la cota psicológica de los 90 enteros y alcanzar los 89,7 puntos.
El rendimiento del bono portugués a 10 años también ha compartido el dinamismo experimentado por los españoles. Así, tras registrar en la apertura un interés del 0,921%, ha caído al 0,871%.
Italia, en cambio, va a su ritmo después de las proclamas populistas de Salvini exigiendo que el BCE se haga cargo de la deuda de los países, a lo que el banco central ha contestado que Italia y Salvini debe gestionar mejor el dinero público para poder seguir hablando.
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